Llevamos algunas buenas horas Rayla y yo entrenando. Me enseñó diversas técnicas para poder defenderme o alejar al rival en caso de encontrarme en peligro. Creí que estaba listo con lo básico pero Rayla salió con que debíamos hacer un último entrenamiento para ver si realmente lo aprendí. Al comienzo estaba de acuerdo, hasta que la escuché decir que no debíamos usar armas ni golpes letales lo que definitivamente me aterró.
Pero antes de poder negarme ella dió varios saltos perdiéndose de mi vista a través de las ramas del bosque.
___: ¿Me puedes repetir por qué tenemos que hacer esto?— pregunto mientras observo estando en total alerta a cada árbol a mi alrededor. Pues en cualquier momento podría ser atacado por ella.
Rayla: Tu lo dijiste. "La mejor maestra de todas es el dolor" y yo ya te enseñé algunas técnicas básicas de defensa y como extra algunas de ataque. Pero tienes que ponerlas aprueba— intenté adivinar donde se encontraba gracias a su voz pero fue imposible, pues con cada palabra parecía que saltaba entre los árboles haciendo imposible localizarla.
___: ¿Puedes ver algo?— susurro para que Rayla no pueda escucharme.
Ratheous: No puedo alejarme demasiado de tu cuerpo, así que no. Pero si puedo avisarte en caso de que ella te ataque por la espalda o por arriba— asiento. Realmente era algo bastante útil tener siempre a alguien avisándome de un ataque sorpresa.
___: ¿Cómo es tan sigilosa? Apenas y puedo escuchar sus pasos— digo para mí mismo mientras sentía mi corazón latir mas rápido, todo por estar tan alerta y sentirme en peligro extremo, pues aunque yo ya confíe en Rayla, al parecer mi cuerpo aún la toma como una amenaza para mi.
Ratheous: Es lo que tiene el riguroso entrenamiento de elfo de lun...¡Detrás de ti!— apenas tuve tiempo de reaccionar pero había conseguido voltearme a tiempo y bloquear su patada cubriéndome el rostro con ambos brazos.
___: ¿De verdad era necesario ir a por mi cara?— ella solo rió antes de dar un ágil salto hacia atrás para después impulsarse con un árbol. Aquel movimiento apenas me dió tiempo para agacharme pero había conseguido evitarlo— Ahora estoy creyendo que tartas de matarme.
Rayla: Si así fuera, usaría mis espadas para terminar el trabajo en solo unos pocos segundos— tragué saliva ligeramente asustado. ¿Que tan peligrosa es realmente Rayla?— Pero es más divertido así.
___: Ya no sé si quiero seguir entrenando contigo. Das miedo— ella solo sonrió antes de dar otro salto en mi dirección del cual ni siquiera tenía el tiempo suficiente para esquivarlo por lo que solamente me quedaba recibir el golpe de lleno y tratar de aguantarlo, así que cerré los ojos simplemente esperando el golpe, uno que nunca llegó. Confundido, abrí los ojos para ver a Rayla empuñando ambas espadas pero dándome la espalda, como si hubiera sentido algo— ¿Pasa algo?
Rayla: Ssh, sentí algo raro. Hay algo malo cerca— rápidamente me ayuda a levantarme. Ya de pie, me limpio la tierra de la ropa y saco mi arco, pues lo que sea que tenga a Rayla así, es necesario estar alerta y al parecer algo llamó su atención pues miró hacia una dirección en la cual a los pocos segundos varias aves salieron de los árboles rápidamente, como si algo las hubiera asustado— Sigueme.
___: Pegado como sanguijuela— ella volteó a verme ligeramente molesta. Seguramente recordó lo de aquel monstruo sanguijuela de antes— Lo siento, error mío.
Rayla: Solo vámonos— asentí y comencé a seguirla a través del bosque lo mejor que podía. Pues ella estaba saltando entre los árboles. Ojalá tener la fuerza y agilidad de un elfo.
Cuando llegamos al lugar donde se supone que las aves habían escapado no encontramos más que árboles y algunas rocas. Pero Rayla no dejaba de estar alerta así que yo tampoco.
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El dragón que nos unió (Callum X Male Reader)
FantasyUn pequeño pueblo humano había sido atacado hace algunos años por elfos de luna con el único propósito de no dejar sobrevivientes, ¿Pero por qué? ¿Por qué atacar un pueblo sin nada más que ofrecer que simples vegetales? ¿Por qué no mostrar piedad ni...