Capitulo 8 T3: Guerreros parte 1

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El silencio dominó el ambiente luego de escuchar aquellas palabras. Nos miramos unos a otros con clara confusión y algo de miedo esperando a que no se refiera a lo que creemos que se refiere.

___: Espera. ¿A qué se refieren con eso? ¿Cómo que llegamos tarde?— dije mientras volvía a guardar la piedra en mi bolsillo.

???: Tal como escuchaste. Llegaron tarde— dijo el elfo más pequeño mientras guardaba la lanza a su vez que su semblante cambiaba a uno más desanimado— La reina dragón...

???: No ha despertado en diez días.

Callum: Pero no está...— Callum volteó a vernos preocupado.

???: No, no, no ha muerto— el elfo más grande nos hace una señal de que lo sigamos mientras se adentra en la guarida, lo cuál hacemos. Mientras tanto el elfo más pequeño se quedó quieto algunos segundos para después seguirnos desde la retaguardia— Ella aún vive y respira, pero no está consciente— mientras el elfo hablaba yo me dediqué a observar el lugar y quedé fascinado con todo— Por cierto. Mi nombre es Ibis. Mago de los elfos de cielo. Y el joven elfo que tienen detrás se llama Sael.

___: Lindo nombre— Callum volteó a verme pero rápidamente volvió a mirar al frente. Eso me confundió un poco. Incluso a Rayla aunque ella luego rió.

Sael: Gracias. Pero puedes decirme Sal si gustas. Todos evitan llamarme así pero mi mamá lo hacía— aunque al principio parecía alguien serio, desconfiado y amargado. Ahora era todo lo contrario aunque su semblante aún era algo triste pero intentaba sonreír— Soy el aprendiz de Ibis. Vine como acompañante de mi maestro.

Ibis: Cuando supe que la reina Zubeia enfermó, pensé que podría usar mi magia para ayudarla. Perder a su pareja y a su huevo le rompió irremediablemente el corazón— nos detuvimos frente a un pasillo donde Callum y Ezran aprovecharon para dejar sus mochilas en el suelo— Al final, cerró los ojos y no los ha abierto desde entonces. Vengan, les mostraré— comenzamos a seguirlo en silencio el cuál fue roto por el fuerte ruido de la respiración de la reina dragón. Con algo de nervios seguimos avanzando pero los suaves ruidos de Zym nos hicieron voltear dándonos cuenta que no nos seguía mientras su rostro reflejaba el miedo que él pequeño sentía.

Ezran: Tranquilo, Zym. Es tu madre— dice mientras se acerca hasta arrodillarse frente al dragón— ¿No quieres ir a verla?— asustado, Zym salta a los brazos de Ezran quien lo abraza de inmediato mientras el pequeño dragón mirada al final del pasillo con miedo para después separarse de Ezran— Aún no estás listo. Lo entiendo. Está bien. Nosotros iremos primero. Ya volvemos.

Una vez que Ezran se unió a nosotros otra vez, seguimos caminando hasta que al llegar al final del pasillo la enorme reina dragón se hizo presente frente a nosotros, durmiendo plácidamente con la cola alrededor de lo que que fué alguna vez el nido de Zym. Con cuidado bajamos las escaleras que nos dirigían a su nido sin apartar la mirada de ella.

Una vez que estuvimos frente a ella me sentí tan pequeño e insignificante. Desde arriba de las escaleras ya se veía enorme pero estando frente a ella la cosa era diferente. ¿Zym alcanzará un tamaño similar o será incluso mayor? Aunque ni siquiera sé si viviré lo suficiente como para verlo.

La escena era realmente triste. La reina dragón, durmiendo tranquilamente mientras todo su cuerpo rodeaba el nido de lo que alguna vez le perteneció a Zym. Perdió a su pareja e hijo el mismo día... No sé si lo que perdí yo pueda siquiera compararse a perder toda tu familia el mismo día. No imagino el dolor que habrá sentido regresar a casa y ver a su pareja convertido en piedra y su nido vacío. Me da tanta tristeza verla así... Es como si la propia reina deseara morir para estar con su familia otra vez sin saber que su hijo se encontraba a pocos metros de ella.

El dragón que nos unió (Callum X Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora