___: No podemos dejar que se vaya así como así, ¿Alguna idea?— volteo a ver a Rayla quien niega mientras aprieta el puño con fuerza claramente frustrada de no poder hacer nada.
Callum: ¿Y si le disparas una de tus flechas?— sorprendido volteo a verlo ya que no me esperaba una idea así por parte de él— Pe-pero en el ala. Que no sea letal.
___: No creo que sea buena idea. Podría darle a Zym y jamás podría perdonarme a mi mismo por ello— aunque la idea no me agrada del todo, inconscientemente igual tomé el arco para usarlo en caso de ser necesario.
Callum: ¿Entonces que hacemos? ¿Cómo se supone que la seguimos si está volando?— nervioso y cabizbajo tomé una flecha y estaba por preparar el disparo pero Rayla me detuvo dejando su mano sobre la mía.
Rayla: ¡Miren!— levanto la mirada intrigado solo para terminar viendo cómo a Nyx se le dificulta volar a causa de unos rayos que golpeaban su cuerpo, seguramente provocados por Zym.
De un momento a otro Zym logra separarse de Nyx quien se estrelló contra el suelo porque al parecer sus alas se paralizaron. Mientras tanto el pequeño principe logró aterrizar a salvo. Lo que me calmó en gran medida.
Rayla: ¡Aquí vamos!— antes de que me diera cuenta, ella ya se había lanzado junto a Callum al suelo gracias a la ayuda de una cuerda.
Ratheous: Rayla está más loca que mi anterior portador.
___: ¿Cómo era tu anterior portador?— pregunté mientras sentía que el ambler comenzaba a detenerse.
Ratheous: No recuerdo mucho pero no es momento de preguntas. Ya salta— rodeo los ojos antes de tomar la cuerda y subirme al borde. Una vez que el ambler se detuvo por completo, tomé una gran bocanada de aire para después dejarme deslizar por la cuerda hasta llegar al suelo sano y salvo. Una vez ya en tierra fui rápidamente donde los chicos.
___: Para la otra me avisan si van a saltar— digo con los brazos cruzados pero con una sonrisa.
Callum: Pero si prácticamente me secuestró— aunque parecía que se estaba quejando, realmente no era así y su sonrisa lo demostraste.
___: ¿Desde cuándo sabes hacer eso, Rayla?— pregunto mientras ayudo a Callum ponerse de pie.
Rayla: ¡Es la primera vez que lo hago en toda mi vida!— Callum y yo nos miramos unos segundos ligeramente preocupados— Ya dejen esas caras. Vayamos a buscar a Zym— ambos asentimos y comenzamos a seguirla en dirección a dónde había caído Nyx.
Subimos una pequeña colina donde pudimos ver a la elfa intentando levantarse pero ningún rastro de Zym...al menos por unos muy pocos segundos ya que el pequeño dragón llegó volando a los brazos de Callum.
Callum: ¡Zym! ¡Estás bien! Perdón por haberte descuidado— el dragón como respuesta comenzó a lamer la mejilla de Callum provocándole algunas risas antes de abrazarlos con sus alas.
___: Ay, que bonita escena— repentinamente se escucha un grito de ayuda, grito que claramente provenía de Nyx por lo que dirigimos nuestra mirada a ella.
Nyx: ¡Ayuda! Mis alas están dañadas. No puedo volar— en su voz se sentía un fuerte miedo, miedo que fue justificado justo al terminar de hablar pues varias serpientes roba almas salieron de la arena rodeándola. Nyx al ver esto se levanta lentamente para no alertarlas e intenta volar pero fallando en el intento— ¡Por favor, tienen que ayudarme!
Rayla: Ufff, chicos. Lleven a Zym de regreso al Ambler— rápido saca ambas espadas y se desliza por la arena sin esperar respuesta o confirmación alguna.
Algunas serpientes se lanzaron a atacar a Nyx pero esta lograba evitarlas o al menos hasta que el miedo pudo con ella ya que rápidamente se cubrió el cuerpo con sus dañadas alas mientras temblaba. Por suerte Rayla llegó con ella justo a tiempo y sin dejar reaccionar a las serpientes esta comenzó a cortarlas por la mitad de forma tan ágil que incluso parecía una letal danza donde predominaban los giros en el aire.
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El dragón que nos unió (Callum X Male Reader)
FantasíaUn pequeño pueblo humano había sido atacado hace algunos años por elfos de luna con el único propósito de no dejar sobrevivientes, ¿Pero por qué? ¿Por qué atacar un pueblo sin nada más que ofrecer que simples vegetales? ¿Por qué no mostrar piedad ni...