Imaginas | Magcon Boys

74. Imposible De Sanar |Jack Gilinsky|

La muchacha caminó junto a sus amigas en la calle, riendo.

Con lo que menos contaba era encontrarlo a él.

A él, a su perfecta sonrisa, a sus perfectas cejas, a su perfecto rostro, a su perfecto cabello... Con su perfecta nueva novia.

La sonrisa se le borró de la cara, y continuó caminando con la cabeza gacha, tratándo de no ser el centro de atención de sus amigas.

Pero él la vio. La vio a ella, a su perfecta sonrisa, a sus perfectos labios, a sus perfectos ojos... Perfectamente sola. Esa perfección que alguna vez, fue suya.

—¿Nene? ¿En qué piensas, Jack? —la voz de su novia resuena en su cabeza.

Él la miró, fingiendo confusión.

—¿A qué te refieres? —le responde.

—Nada, olvidalo.—Madison responde, y continúan caminando normalmente.

Él regresó su vista a dónde suponía que La Perfeccion estaría, pero ya no estaba ahí.

Volvió la vista al camino, con la mirada decepcionada.

(...)

—¡Has venido! —Johnson exclamó, al ver a (tn) llegar a la fiesta.

—Es el cumpleaños de mi mejor amigo, ¿crees qué me lo perdería? —va a abrazarlo, y le da la bolsa.—Adivina.—ella le sonríe, y Jack la vuelve a abrazar.—Feliz cumpleaños, JJ.

—Gracias peque... Ve a beber algo sí quieres, te busco en un rato.—el rubio le indica, y ella asiente.

Fue hacia la mesa donde estaba la cerveza, y buscó un vaso.

Bebió un poco, y un rato luego de hablar con Nash, fue arriba, al baño.

Cuando pasó por en frente de la habitación de Gilinsky, una mano la tomó del brazo, y la metió adentro.

Al cerrarse la puerta, ya dentro, se encontró a Jack. A su Jack.

—(tn)... —Jack susurra, y ella se queda callada, mordiendo su labio.

Él la tenia presionada contra la puerta, encerrándola con sus brazos.

—Jack...

—No pensé que vendrías...

—Pues, creo que ya era hora de tratar de superarte.—le dice, sin divagar.—Como tu lo hiciste.

Él se quedó callado.

—Escuchame Jack... Sé que nunca te enamoré, sé que nunca te emocionabas al oír mi nombre... Ni tampoco te moví el piso, causando reacciones lindas en tu mente. Y es obvio que estando lejos no me recuerdas, ni tampoco me extrañas... Y yo... —sintió las lágrimas picandole los ojos, pero no hizo nada por retenerlas.— yo perdí la cabeza por ti. Te busqué y te busqué, pero tu sólo te alejabas. Escuché consejos, y seguí tratando de que me veas... —las lágrimas saladas comenzaron a salir de sus ojos, mientras los de Jack se cristalizaban, escuchando lo que ella decía. — Te lloré, te amé... Te esperé y te extrañe. Hasta te volví a llorar, y me hiciste mal nuevamente. Y yo seguía perdidamente enamorada, en lo mismo... No es fácil olvidar así de la nada cuando se ama, tampoco es fácil fijarse en alguien cuando tienes a otra persona en la cabeza... Creo que nunca entendiste lo que sentí por ti, ¿sabes? —seca una de sus lágrimas, y ve que él ya está llorando.—Nunca fuiste capaz de ver que te quería de verdad, que siempre pensaba en ti y que jamás había estado pendiente de alguien cómo lo estuve de ti. De cómo me preocupaba cuando te veía mal... —suspiró, tratando de calmarse.—Pero todo pasa, todo se supera. Al principio duele, obviamente es difícil. E incluso estuve arañando las paredes para no ir a buscarte, porque sinceramente Jack, no quería superarte... Pero si ahora eres feliz, está bien. Sé una cosa, sin embargo. Puedes estar con cualquier chica que se te cruce, pero si hay algo que doy por seguro es que jamás nadie te va a amar, a cuidar, a valorarte de la manera en la que yo lo hice. Y sé que jamás nadie te va a llorar de la manera en la que yo lo hice... Porque tu me has dejado una herida Imposible De Sanar.

Él se aproximo rápidamente a ella, y tomó el rostro de la chica entre sus manos, para besarla como deseaba hace mucho tiempo.

Ella lo besó también. Después de todo, extrañaba sentir sus labios.

—Lamento mucho haberte hecho eso. Lamento haberte dejado, eres algo que realmente me hizo feliz, y te dejé ir. Deje ir a lo más hermoso que llegó a mi vida... Y estoy tan arrepentido... Estoy arrepentido de haberte hecho llorar, de haberte hecho sufrir. Te amé y te amo con mi ser. E incluso estoy seguro de qué te voy a seguir amando tan dedicadamente cómo lo hago. Y fue todo un error, desde haberte dejado hasta estar con Madison. Pero ya no más, ¿sabes? Ya no estamos juntos.

—¿Soy tu segunda opción, entonces? —pregunta (tn), mientras él le sacaba sus lágrimas, y ella las suyas.

—Siempre fuiste la primera. Nunca he amado como a ti, quiero qué entiendas eso... —acaricio la mejilla de la muchacha, y la volvió a besar.