114. El Jefe |Cameron Dallas|

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LEER LA NOTA AL FINAL (IMPORTANTE)

—Te ves bien, nena —oí a Taylor decir.

Voltee y ahí estaba ella, sonriendo tan radiante. Amaba tenerla en el tour con nosotros, ella me ayudaba a olvidar todos los problemas que tenía cada día.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Hunter, ella lo abrazó.

—Mucho mejor, ya me bajó la fiebre —se veía mucho mejor.

El día anterior ella no estuvo en el show porque estaba volando de fiebre y se sentía realmente mal, así que algunos fans estaban algo exaltados por no tenerla a ella. Era entendible, era la única chica del tour y que no esté habia desilusionado a varios.

—Entonces supongo que ya estás lista para hoy, ¿no? —me miró contenta.

—Muy lista, tengo ganas de que sea ya —se sentó en la mesa junto a Aaron y tomó un vaso para servirse jugo.

La miramos sonriendo todos y al acabar de servirse jugo se quedó quieta al darse cuenta que todos la mirabamos.

—¿Qué les pasa? —se ríe y todos dejamos de mirarla para continuar desayunando.

—Ignóralos, ¡son unos babosos! —Hunter la abraza tratando de cubrirla con su propio cuerpo y lo miré fijamente.

No quiero quedar cómo si quisiera que sea toda para mi, pero no quiero que todo el mundo crea que tiene derecho sobre ella, porque no lo tienen.

—Oye, Cam se te cayó un "no la miren" del bolsillo —ironizó Taylor.

—Callate —le di una patada por debajo de la mesa.

Ella simplemente no levantó la vista, comiendo sus waffles.

Oimos su nombre detrás nuestro y volteamos todos, ella levantó la vista.

—¿Puedes venir, por favor? —Bart preguntó desde el otro lado del salón.

No demostraba expresión alguna, pero lo conocía demasiado como para notar algo malo en su voz.

Tal vez ella también lo notó, porque palideció.

—C-con permiso, chicos —nos da una sonrisa a medias y se levanta de su lugar.

Bart la esperó con los brazos cruzados sobre su pecho y ella caminó a él. Se alejaron, dirigiendose al Recibidor del Hotel.

—Ahora vuelvo, voy al baño —mentí y me levanté rápidamente.

Traté de ser discreto para que no notasen que mi intención era seguirlos. En todo caso, tenía cómo defenderme. Todo lo que quiera hacer Bart debe hacermelo saber a mi primero.

Me escondí detrás de un sofá, que estaba a menos de medio metro lejos de ellos.

—¿¡En qué diablos pensabas?!—le exclamó furioso Bart.

Eso no me gustó nada.

—Y-yo no sabía qué... —él la interrumpió.

Imaginas | Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora