77. Antes de Caer |Nash Grier|

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-Treinta y tres doce, treinta y tres doce, tenemos un treinta y tres doce -entré corriendo al cuarto de Nash, y me tiré encima de él. E

-¿Que te sucede? -me pregunta riendo.

-Por dios, Nash, ¿Que no oyes? ¡Treinta y tres doce! -le doy una suave cachetada.

-¿Y eso exactamente es...?

Rodee los ojos.

-Emergencia, he roto el collar favorito de mamá, va a matarme cuando llegue a casa, necesito tu ayuda -comienzo a zarandearlo.

-¿Y por qué debo ayudarte? Soy tu mejor amigo, no tu ayudante -frunce el seño.

-Exacto, porque eres mi mejor amigo, Nash... Por favooooor -le hice puchero, y me miró fijamente, hasta que suspiró.

-Okay... Vamos al mall -se levanto de la cama, y sonriendo, baje las escaleras con él detrás. -Busquemos el collar en tu casa a ver como es -caminamos a mi casa, que queda dos casas a distancia de la de Nash.

Buscamos el collar, y fuimos caminando al mall. Entramos a la primera joyería, y pregunté si tenían un collar igual a ese. El hombro dijo que buscaría, y yo comencé a mirar lo que estaba en los aparadores.

Me quedé mirando un brazalete precioso, con una pequeña gema en el centro del dije, que era de plata al igual que el brazalete.

-¿Que te gusta? -pregunta Nash, aproximándose.

-Hum... -miro por ultima vez el brazalete, y luego a él.-Nada, sólo miraba los brazaletes -me encogo de hombros.

-Muchachos... -nos llama el hombre, y lo miramos y vamos hacia él.-Lamentablemente no hay ninguno igual, pero sin embargo, he estado hablando con un compañero, y me dijo que es posible arreglar el collar -nos dice, y sonrío.

-¿Enserio? -pregunto alegre.

Miro a Nash, pero él está mirando el aparador en el que estábamos antes.

-Oye, ¿Has escuchado? -le pregunto, moviéndole el brazo.

Me mira y asiente.

-¿Cuando lo venimos a buscar? -pregunta señalando al collar que estaba en el aparador de vidrio.

-Pues... En 3 días seguramente ya va a estar arreglado -nos dice.

-Asombroso. Muchas gracias, señor -decimos Nash y yo, y salimos de na tienda, no sin antes que el hombre nos de un recibo para retirar el collar.

(...)

-¿Nash...? -pregunto, al escuchar qué ya no sonaba el teléfono.

-Si, ¿sucede algo? -me responde.

-Necesito que vayas a buscar el collar, estoy aún en el autobus y no llegaré a tiempo, ya está por cerrar -le pido con nerviosismo.

-Okay, okay, yo lo busco, tu ve a tu casa, yo en cuanto lo tenga lo llevaré -me dice antes de cortar la llamada.

Suspire aliviada; no sé que haría sin Nash, literalmente es lo más importante que tengo. No hay muchas personas que se preocupen por mí realmente, pero Nash nota cada vez que me encuentro triste o deprimida. En eso es algo único.

El autobus comenzó a andar de nuevo. La avenida se estaba despejando, y faltaban 3 paradas para que me baje y solo debía caminar pocas cuadras hasta mi casa.

Suspiré, y seguí esperando que llegara mi parada. Al bajarme, caminé rápido a mi casa, y lo primero que hice fue ir a cambiarme la ropa de la escuela para ponerme algo mas informal que el uniforme.

Al bajar, Nash me envió un mensaje.

«Abreme la puerta» 

Corrí a la puerta, y entro con la bolsa en la mano.

-¿Y, lo tienes? -pregunto, mientras cerraba la puerta.

-Sep, llegué justo a tiempo -se sienta en el sofa, y voy a su lado.

De la bolsa sacó una cajita, y me la extendió.

-Ten, es para ti -la tomo extrañada, y la abro, encontrando al brazalete dentro. -Si he notado que te gustaba -me sonríe.

-Nash, no puedo aceptarlo, debe haber sido muy costoso, no puedo -se la trato de devolver, y niega.

-Oye, no importa el precio, es para ti, te la regale y no la puedes devolver... -se encoge de hombros.-Crei que era una buena manera para empezar...

-¿Para empezar qué? -lo miro confundida.

-He venido a decirte algo qué hace tiempo me estoy guardando -sonreí por lo tierno que se veía. -La primera vez que te vi... Me pareciste la chica mas rara de todas, ninguna era como tú, y creo que desde ese momento me gustas tanto. Estaba fascinado por tu manera de moverte en el mundo tan bien, y aún así estabas rota por dentro. Me fascinaba la manera en la que estabas con una sonrisa, aunque hayas estado llorando toda la noche anterior... Tu me fascinas, y me encantas... Eres genial, eres la chica de la que todo muchacho quiere enamorarse, y me siento afortunado de haberme enamorado de ti...

Lo miré con ganas de soltar algunas lágrimas, y no sabia que decir. Solo tome su rostro y le deje un beso en los labios, el cuál me siguió con felicidad, y una sonrisa.

-Siempre trataré de sostenerte Antes De Caer -me promete en un susurro, cuando nos separamos.

-Yo trataré de no caer más...

Imaginas | Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora