Tomé asiento en uno de los primeros asientos del bus escolar.
Miré por la ventana, mientras me colocaba mis auriculares. Puse música, y unos 5 minutos luego hubo otra parada, en la que subieron tres personas. Una de ellas me llamó la atención; un chico de ojos, literalmente, azules. Se sentó a mi lado, del pasillo.
Me miró por una milésima de segundos, y luego miró al frente nuevamente. Sacó su teléfono, y buscó algo en sus bolsillos, y no encontró nada; maldició.
Lo miré, preguntándome que era lo que quería. Luego, se recostó en el respaldo del asiento, y consideré hacer lo que pasaba por mi mente. Suspiré, y me quité un auricular, para seguidamente extenderlo hacia él.
Me miró, y sonrió agradecido, aún sin decir nada.
Busqué todas las canciones, y le tendí le teléfono para que elija; acabó decidiéndose por Counting Stars.
La reproducí una y otra vez hasta llegar a la escuela.
(...)
Nuevamente el chico de hace tres dias tomó el asiento a mi lado. Le volví a extender el auricular, y él soltó una pequeña risita entre labios, tomándolo y llevándolo a su oreja.
—Nunca me has dicho tu nombre —menciona, en cuanto acaba la canción.
Parecía que lo estaba pensando desde hace tiempo.
—Y tu tampoco me has dicho tu nombre —le digo, con una media sonrisa.
Sonrió ante mi respuesta.
—Hayes.
Me quedé en silencio, mirando por la ventana. Hayes.
—¿Tu? —puse nuevamente una canción aleatoria y lo miré.
—(tn) —me encogi de hombros, y me quedó mirando sonriendo.
—Sabía que sería un nombre tan lindo cómo tú —lentamente, dirigió su mano a mis dedos, y las llemas de mis dedos tocaron la palma de su mano, y ambos temblamos.
(...)
—No sabía que a los chicos como tu eran capaces de que les guste One direction —le digo, riendo.
—¿"Cómo yo"?
—A simple vista, pareces un chico duro y serio —acarició mi cabello, como siempre hacía desde que nos tomamos la mano.
Nos tomamos la mano y apenas sabíamos cómo nos llamábamos...
—Pero no soy así en realidad, ¿verdad? —niego.
—No, eres adorable, Hayes —le tomo la mano, y toco cada uno de sus dedos.
Soltó una risita entre sus labios.
—Tienes las manos pequeñas —lo mire frunciendo el seño.—Es adorable —blanquee los ojos.
—Claro que no —me encogi en mi lugar, avergonzada.
—Claro que si... —susurro en mi oído, apegando su nariz a mi mejilla.—Tu eres adorable...
Me sonrojé, y le sonreí, sintiendo como toda mi piel se ponía de gallina.
Nunca me había pasado algo así. Sé que Hayes es especial.(...)
—¿Me estás ignorando? —preguntó, con cierto tono de tristeza en la voz.
Levanté la vista del libro, y ya estaba sentado a mi lado.
Comenzó a jugar con mi cabello, como hace desde la primera semana que se sentó a mi lado.
—Ni siquiera sabia que ya estabas en el autobús, Hayes —inclino mi cabeza.
—Pues, ya estoy aquí... ¿Qué lees? —pregunta con intriga.Le mostré la portada del libro: Un ángel caía del cielo, y plumas negras a su alrededor, luego se leía «Hush Hush»
—Lo estoy leyendo otra vez —explico.
—Entonces puedes dejarlo, y tener tiempo para mí —dice, cerrando el libro, procurando que la página a quede señalada.
—¿Qué? ¿Para ti? —reí.—Demandas atención, eh. Okay. Hablame de algo...
Se encogió de hombros.—Contigo hasta el silencio es apreciable. Pero cuando quiero hablarte las palabras se van de mi mente —suena apenado.
Tomé su mano. Me estaba acostumbrando a tomar la iniciativa en esto.
—Pues no hace falta que hablemos... —susurré.—Tu haces que todo se vuelva cómodo... No sé cómo explicarlo.
—¿Te gusto? —pregunto esperanzado.
—No, no me gustas, Hayes —negué.—Eres mi motivo por el cual vengo siempre a la escuela. Eres el motivo de mi felicidad... Eres especial para mí. Cuando vengo de mal humor y me enfado contigo, siempre tomas mi mano y aguardas a que el enojo se pase, en silencio. Escuchas la música que odias pero que a mí me gusta, solo para que compartamos auriculares. Me haces sonreír. No creo que eso sea definido cómo gustar... Lo que haces por mí no merece ser sólo clasificado cómo "Me gustas", Hayes. Pero si, me gustas.
—Tu me gustas —afirma, sonriendo y feliz.—¿Que soy para ti?
Suspire, con una sonrisa.
—Eres Mi Chico Del Bus desde qué nos conocimos —afirmé.
Sus labios rozaron los míos, y de repente, me sentí en el cielo.
Perdonen que ande tan desaparecida, es que no tengo tanto tiempo para escribir y a veces tengo mucha tarea que hacer.
En cuanto pueda prometo que les voy a avisar cuando voy a empezar los imaginas dedicados...
Enserio, perdonenme... Pero prefiero estar un tiempo desaparecida a dejar esto, espero que sepan entender bebas:c
Las quiero❤
ESTÁS LEYENDO
Imaginas | Magcon Boys
Fiksi Penggemar«Si lo puedes imaginar, puede pasar...» «Si sueñas sólo, es una fantasía; pero si sueñas con muchos más, es una realidad»