93ºCapítulo "Tóxico"

1.2K 108 17
                                    

Narra BLANE

*LEER NOTA DEL FINAL*

Nos conducen al patio de abajo del instituto, las alarmas de incendio suenan cada vez más fuerte, no puedo eludir pensar en que el sonido es semejante al grito de una señora. La mayoría de nosotros no estamos asustados, siempre hay algún que otro chico histérico cuando ocurren estas cosas pero hoy no parece que se manifiesten demasiado.

Las escaleras están repletas de gente riendo, gritando para hablar entre ellos o simplemente dando saltos de alegría, deseosos de poder contemplar el instituto en llamas. De pronto veo a una persona subiendo, yendo en dirección contraria a todos los demás. Isabella. Me fijo en que esta llorando a moco tendido.

-Blane- dice agarrándome por el brazo, haciendo que tenga que detenerme y provocando un atasco detrás de mí-. No la he visto por ninguna parte.

-¿Qué dices? ¿A quién?- trata de recuperar el aire perdido por la carrera a la que se ha sometido para llegar hasta mí.

-A tu hermanastra, a Katherine- siento como se nublan los bordes de mi campo de visión, oigo las voces como si estuviera detrás de un cristal. La chica me sacude para que la preste atención-¡Tenemos que sacarla de ahí! ¡Hay que avisar a alguien!

-No, no podemos- la arrastro hacia adelante para que continúe avanzando-, a mi me expulsarían, tengo demasiados...

-¡Es tu hermanastra!- grita soltándose para después mirar hacia los lados y pronunciar en un tono casi inaudible-;podría estar en peligro.

-Ya verás como la encontramos cuando pasen lista, no te preocupes- el patio estaba más lleno de gente de lo que esperaba, somos muchos cursos, muchas clases y muchos alumnos. La idea de esperar a que lleguen al nuestro y mencionen a Katherine Parker, no me parece tan buena después de todo. A pesar de que hayan pasado casi dos horas desde que la encerramos allí abajo, todavía cabe la posibilidad de que siga atrapada, se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo.

-Voy a buscarla por aquí- anuncia Isabella sollozando, yo me encargo de un lado del patio y ella del otro, así no tardaremos tanto en encontrarla. Los minutos pasan y no hay ni rastro de mi hermanastra y sé que la chica tampoco trae buenas noticias porque sigue llorando-. No está, todo es por nuestra culpa.

-Busca y cállate- se da la vuelta y desaparece entre toda la gente. Caras, caras y más caras pero no la suya, de vez en cuando alguno de mis amigos me detiene para hablar o preguntarme algo pero no les hago caso, seguramente parezco un maldito chiflado. Entonces lo veo y aunque no es más que un destello, sé que es real.

Un perro corriendo en círculos por el recinto escolar. e mezcla entre los alumnos, sale de nuevo, luego aulla de una manera desgarradora y se mete en el edificio en el que se encuentra el taller. En el núcleo del incendio.

Lo persigo para sacarlo de ahí ya que puede ser arriesgado.

Tanto como para ella.

Unos cuantos profesores me chillan cosas que no logro descifrar, el humo es cegador pero consigo ver al perro ladrando con intensidad a la puerta del taller y no es hasta ese momento que me doy cuenta de que sabe algo. Probablemente sea el chucho del estúpido novio de Kat, ¿cómo narices sabe que está ahí dentro? ¿O que ella estaba en peligro?

¿La voy a abandonar ahora que sé de sobra que está encerrada? ¿Debo avisar a algún profesor a pesar de que me vayan a expulsar? ¿Estará bien?

Ella no habría dudado tanto si tú estuvieras en peligro.

Seguramente habría arriesgado su vida hasta para salvar a un jodido ratón.

Esas reflexiones me abrasan la mente hasta el punto en el que no me quedo tranquilo si no golpeo la puerta hasta que finalmente se abre. No quería que el perro me acompañara pero se adelanta y se hace paso por el taller a la velocidad de la luz. Toso sin parar mientras entro en el lugar, el calor condensado es insoportable, el poco aire que queda es pegajoso, tengo que apoyarme en las húmedas paredes para guiarme por la estancia, no se ve absolutamente nada.

¿Ella en problemas? ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora