10°CAPÍTULO "No se olvida"

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Nos llevó un buen rato explicarle a Dylan como utilizar un preservativo,aunque yo pensé que debido a que su vida sexual estaba tan activa tendría que ser una experta en ese campo. Después  ha tenido que ir al psicólogo del colegio, tiene dos consultas a la semana, me da pena, siempre me ha parecido una persona muy superficial y una autentica inepta para los trabajos en parejas , bueno, e individuales, pero creo que debe que tener una razón para ser tan influenciable y soberbia.

El profesor habla de no sé qué problemas que tenemos actualmente en los hábitos de estudio, mientras Sussan ojea una revista de moda, supongo que es innecesario  comentar que no comprendo por qué la gente viste como ve en los catálogos, en mi caso, compro lo que me gusta y no me interesa saber si se lleva más en otoño o en primavera.

-Kat, ¿ves esa adefesio de allí?-señala a una chica que hay dos filas delante nuestro. No consigo verla completamente, ya que me queda de espaldas, sólo puedo ver su pelo  brillante pero no por limpieza, parece graso y veo bastantes nudos para estar a tanta distancia, según va moviéndose me fijo en el polo verde hierva que lleva, cuello alto y ajustado. 

- No es para tanto.

- ¿Qué no? Tendrías que ver la minifalda y las botas blancas que se nos ha plantado hoy, esa no tiene ni idea, llevo observándola unos días y me he dado cuenta de que es una persona muy agradable y como sigua con ese aspecto nunca conocerá a nadie, ni se casará, ni tendrá hijos. Kat, tengo que ayudarla

- Estás extralimitándote- digo mientras rio.

- Es oficialmente mi nuevo proyecto- asegura mirándola y haciendo caso omiso de mi comentario, Sussan ya ha transformado a gente en varias ocasiones y aunque sea inmoral y vaya contra mis ideales, es una tarea muy divertida. Hay que asegurarse de que la receptora del cambio de imagen no sea peligrosa, Sussan se ganó algún que otro enemigo por éste motivo lo cual es comprensible, ya que  yo no modificaría mi forma de vestir por nada que me pudiesen decir, curiosamente mi amiga nunca ha intentado nada conmigo, supongo que será porque mi ropa es sencilla y normal.

 – Le voy a decir que venga a mi casa el fin de semana y a ver qué puedo hacer...- río ante las tonterías que dice  Sussan sobre las botas blancas, dice tales barrabasadas que no puedo evitar carcajearme hasta el punto de no poder parar, aun así trato de no hacer ruido. Blane se gira y me mira fijamente prácticamente hasta que paro de reír, incomoda, desvío la mirada hacia otra parte pero él no parece apartarla, aun siento sus ojos sobre mí.

Al acabar la clase recojo mi carpeta, la cual no he utilizado, y voy a dejarla en mi taquilla. No quiero ser egocéntrica ni nada por el estilo, pero todavía siento que me están  vigilando, me giro disimuladamente ,pero lo peor es que no se corta, no le importa que me haya dado cuenta de que me está mirando, igual es lo que quiere. Mi taquilla no se abre, desesperada lo intento por tercera vez, sin resultado, me es inevitable querer saber si Blane sigue atento a lo que hago, ya que en éste momento me veo ridícula. Alguien pega un fuerte golpe a la taquilla, abriéndola de inmediato, supongo que es Blane para no desaprovechar la oportunidad de soltar alguna imbecilidad. Pero cuando me vuelvo no veo a la persona que esperaba y  siento un gran vacío, por inercia busco a Blane con la mirada que ya ha dejado de vigilarme pero sé que ha visto a Darren.

-Te lo explicaré todo, si me dejas

- Darren, si te soy sincera, ahora mismo no me apetece saber las cosas que me has estado ocultando.-  Inintencionadamente cierro el armarito haciendo mucho ruido y todos mis compañeros hacen sonar un "Uuuuuuh". Algunas chicas examinan a mi amigo de arriba abajo.

- Ya te has colorado pequeña- y por supuesto su comentario no me ayuda en absoluto, me siento obligada a hablar con él ya que tenemos público. Le llevo agarrado hasta la salida, allí solo hay fumadores y pasa gente para ir a la tienda. Por un lado, me siento alagada, Darren es un chico guapo, y es dos años mayor que yo, pero al mismo tiempo estoy avergonzada. Nos sentamos en las escaleras y no decimos nada en unos segundos.

¿Ella en problemas? ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora