Su nombre, es lo primero que oigo al entrar a clase, llevaba toda la semana incordiándome, cada vez es más difícil contener las ganas de gritar que a Blane Doyle le han sido infiel, pero sigue pareciéndome un golpe muy bajo. Además ¿qué ganaría yo con una cosa así? Conociendo a los retrasados de éste instituto seguro que incluso empezaba a llevarse eso de que te engañe tu novia. Vuelven a vitorear su nombre, yo hago caso omiso a lo que ocurre a mi alrededor durante las ocho horas que paso en el colegio así que me siento en mí pupitre y preparo lo que necesito para la materia.
El profesor tarda y decido aprovechar el tiempo, no tengo nada que hacer ya que es la primera hora, de modo que saco mi libro de Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer.
La clase de historia siempre se me hace muy amena, pero ésta parece interminable. Mientras tomo apuntes oigo mi nombre en susurros más de una vez y siento como me observa la gente, cuando levanto la mirada de mi cuaderno, media clase gira la cabeza hacia pizarra. Fueron pasando las horas y la curiosidad por saber que estaba ocurriendo crecía cada vez más rápido.
Al entrar a informática, veo a Sussan hablando con Dylan, es su mejor amiga, Dylan es muy superficial, vanidosa y arrogante, constantemente presume de comprar la ropa más cara en la tienda más cara... no creo que tenga ningún criterio al elegir su vestuario simplemente gasta cantidades indecentes de dinero en marcas y firmas. Dylan a pesar de ser egoísta y soberbia, es muy manipulable y Sussan siempre quiere hacer de ella una persona mejor. Tiene el pelo rojo teñido rizado, largo hasta la mitad de la espalda, ojos marrones que intenta ocultar con lentillas azules a pesar del extraño contraste que le hacen. Tiene un tatuaje con dos rosas,en el hombro.
-Kat , lo siento mucho, vamos a aclarar las cosas, no te preocupes – me dice mi amiga apenada.
-¿De qué hablas?- pregunto inquieta.
- Kat- Dylan se acerca a mí y me coloca la mano derecha en el hombro- no hace falta que te esfuerces en ocultárnoslo más.
-¡Dios Dyl, quieres callarte ya, no es verdad!- grita Sussan, coge aire y le pide que se siente en su sitio para dejarnos a solas.- Kat, lo que te voy a contar...- Se muerde el labio inferior y suspira agobiada- te lo diré de una- Coge aire lentamente- Blane ha dicho que se acostó contigo por una apuesta.
-¿Qué?- noto como cambia mi voz y un escalofrío recorre mi cuerpo.
- Kat has palidecido, tranquila que lo voy a solucionar.
-¿La gente lo cree?- pregunto seria y relajada. No quiero dar la nota ni montar un espectáculo.
-¡Que va! Son rumores y lo saben...
-Eres mi amiga, dime la verdad, por favor.
- Le felicitan- responde cabizbaja-. Mira tienes que ser fuerte, tú y yo sabemos que es mentira, es su palabra contra la nuestra. A demás ¿Qué importa lo que digan? Es una tontería, para el lunes todo olvidado- es muy buena amiga, pero no me importa lo que puedan decir aquí dentro, lo que verdaderamente me angustia es que llegase a oídos de Darren.
La mañana no fue tan horrible después de todo. Sé que Darren está en casa pues al cruzar la puerta veo su chaqueta en el perchero. Mi padre me recibe dándome dos besos y subo deprisa, la puerta está abierta y mi amigo sentado en la cama.
Nos miramos sin decir ni palabra, se levanta y corre a abrazarme. Es la mejor sensación de todo el día. Bajo sus brazos siento apoyo y seguridad, escondo la cabeza en su pecho, no quiero que este momento termine.
-¿Estás bien, pecas?- me pregunta aún abrazados.
-Sshh.
Al cabo de un rato me explica que se lo dijo Sarah por Whatsapp , una compañera mía de biología. Quiso salir de clase en cuanto lo supo, pero le resultó imposible, cosa que agradezco. Ahora me habla de Blane y de lo que le haría si le viese.
-Darren, estoy bien, no quiero hacer de esto un drama, las personas que me importan saben que es mentira y con eso me basta.
- ¿Tu padre sabe que me quedo a comer?
- No lo sabía ni yo- ambos reímos, en ese instante algo choca contra la ventana, supongo que habrá sido el viento que habrá arrastrado alguna rama pero a pesar de ello me levanto para comprobarlo. No la abro, solo miro a través del cristal. Cuando veo a los amigos de Blane, me temo lo peor. Gritan mi nombre, intento bajar la persiana antes de que Darren se dé cuenta de lo que pasa, pero para cuando estoy alargando la mano para bajarla, mi amigo me detiene, se asoma y sale disparado de mi habitación. Le sigo pero desciende casi de un salto las escaleras. Observo como abre la puerta haciéndola rebotar contra un cuadro. Cuando llego a la calle veo que solo quedan dos, el resto se habrán ido al verle llegar, Darren tiene a uno agarrado por la camiseta, el otro está en el suelo y se limita a mirar. Únicamente reconozco al que contempla la escena, se llama Mark, está en la clase de al lado.
Me aproximo a ellos apresuradamente.
–Darren déjale, no importa- chillo y cuando éste le suelta me situó entre los dos-- ya está, no importa, no me molestan, en serio- mi voz suena distinta, yo diría que ridícula, espero no tener que repetir ésta patética escena de telenovela nunca más.
-Sé que lo dices para calmarme, y si te jode, a mí también.- responde mi amigo, al que no le han hecho ni un rasguño. Mi padre ha salido al porche para ver que ocurría.
-No le digas nada de lo de Blane, por favor- Le suplico.
-¿Por qué?- cuestiona atónito.
-Porque le decepcionaría.
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Es mi primera novela así que paciencia por las faltas, la falta de vocabulario, la trama... intento corregir todo lo que puedo pero a veces se necesita algo de ayuda externa para verlo.
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¿Ella en problemas? Imposible
RomanceLlega con su mochila cargada sobre un hombro, mirando a su alrededor para asegurarse de que todos le han visto y le han admirado, como si no hubiera en el mundo ser más interesante que él. Al fin y al cabo es el más popular y por lo tanto, hay que...