Narra CYRIL
*LEER NOTA DEL FINAL*
Despierto de golpe, siento la tela del pijama pegarse a mi piel por la humedad de mi espalda, la misma que soporta mi cara. Estoy sudando. Estiro el brazo por inercia pero ahí no está Mike, y no va a volver a estarlo.
Han pasado casi dos semanas desde nuestra ruptura y sinceramente yo no podría llevarlo peor. Decidí no mencionar a Jackson lo sucedido, no estaba mintiéndole, solo le oculté la verdad cuando me preguntó a los cinco días de cortar con Mike;
-¿Qué tal Mike?- decía mientras limpiaba el mostrador de la gasolinera en la que trabaja-, espero que estés tomando precauciones, no me haría ninguna gracia que...- era sorprendente que él, mi hermano, se hubiera lanzado a entablar esa conversación, aunque teniendo en cuenta que nuestra madre pasaba más tiempo calentando braguetas que con nosotros supongo que le tocaba a él hacerlo.
-Tranquilo, te aseguro que está a dos velas- respondí derrumbándome por dentro-. Incluso dormimos en habitaciones distintas.
-Anda, eso no hay quien se lo trague- protestó al tiempo que saludaba a una chica que acababa de entrar en el establecimiento.
-Te lo juro- me dirigió una mirada incrédula y yo mantuve la mía firme porque, después de todo, era técnicamente cierto. Ahora ni si quiera vivíamos juntos.
Nada más salir del chalet de los padres de Mike me mentalicé con la idea de buscar cualquier trabajo que me diera algo de dinero para otro piso, a sabiendas de qué tipo de locales permanecerían abiertos a las tres de la mañana que eran . Tuve muchísima suerte de toparme con el estúpido de Brad antes de entrar al primer bar que se cruzó en mi camino.
-¿Qué narices haces tú sola a estas horas?- me espetó aparentemente enfadado, hizo un gesto a sus amigos para que se fueran sin él.
-¡Maldita sea! ¿Quieres dejarme en paz?
-Eres tú la que parece estar siguiéndome a todas partes.
-Piérdete, anormal- alegue molesta por todo lo que estaba ocurriendo.
-Me encanta tu carácter de mierda-yo a aquellas alturas estaba tan aturdida por la discusión con Mike que no opuse la resistencia necesaria como para que no me arrastrara hacia un bar y me invitara a un café.
-Sigues sin caerme bien.
-Va, un detalle sin importancia- contestó riendo para después endurecer la expresión y armarse de valor para preguntar-¿Qué ha pasado?- no puedo negar que me lo pensé un par de veces, si no fueron más, antes de soltarlo. Tenía poco que perder.
-Mi novio me ha puesto los cuernos y yo vivía en su casa.
-Vaya- por su cara de concentración supe que estaba planeando algo.
-Pero da igual- asegure levantándome -, tengo que irme...
-¿A dónde?- me agarró del brazo y yo me aparté bruscamente.
-¿A mi casa, igual?
-¿Seguro?- sus ojos se cruzaron con los míos y entonces advertí que mentir no me iba a servir de nada en esta ocasión, así que negué con la cabeza y él me señaló que tomara asiento de nuevo. Me llevó poco más de tres minutos resumirle el por qué no quería volver a mi original casa y él tardo poco menos de tres segundos en ofrecerme la suya.
-Ni de coña- no podía volver a ser una mantenida, a partir de ahora debía de sobrevivir yo sola. No iba a depender de nadie.
-Pero yo solo quiero...
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¿Ella en problemas? Imposible
Roman d'amourLlega con su mochila cargada sobre un hombro, mirando a su alrededor para asegurarse de que todos le han visto y le han admirado, como si no hubiera en el mundo ser más interesante que él. Al fin y al cabo es el más popular y por lo tanto, hay que...