49ºCapítulo "Ocultando rencores"

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Narra Kat.

-No tengo ni idea de a qué te refieres- afirma Mike tras haber sido acusado de comerse el último trozo de la rancia pizza congelada. Todos ríen, y espero que yo también lo haya hecho pues no cuento con todas mis facultades para inventarme una excusa para mi repentino desprecio hacia todo lo que estamos haciendo. La verdad es que no estoy disfrutando nada de la excursión, no dejo de pensar en el hecho de que Darren no se opusiese a dormir con Kelly, tampoco sé qué esperaba exactamente, es un chico y no iba a rechazar la oportunidad de “dormir” con esa chica que además de despampanantemente guapa es simpática.

Siento un peso sobrehumano sobre los hombros, y al mismo tiempo me encuentro evadida de todo el mundo, es un estado que nunca antes había experimentado. Desde luego no me gusta pues también tengo una sensación de opresión en el pecho que me hace ser consciente de un cuarto de las cosas que ocurren, por lo tanto también me entero de que debo parecer una pasa caducada y amargada. De pronto me doy cuenta de que llevo mucho tiempo si hacer algún sonido gutural que demuestre que sigo viva dentro de mi cuerpo. Miro a mis amigos y los descubro mirándome como cuando un profesor espera una respuesta de un problema de algebra, la diferencia es que ahora me sería más sencillo responder algebraicamente. Trato de adivinar la pregunta interpretando sus caras.

-Sí- aventuro. Entonces Darren cambia su expresión pensativa por una de fastidio que me hace sentir diminuta. He debido decir algo horrible- ¿No?- mi amigo se levanta del sofá sin decir ni una palabra y me ayuda, bruscamente, a hacerlo del suelo donde estaba sentada-. Joder ¿qué he dicho?- me quejo sonoramente al ver que los demás no hacen nada.

- No digas palabrotas, Kat- me regaña el mientras me arrastra hacia la puerta.

-¿Eres mi padre?- protesto zafándome de su agarre una vez fuera, donde, por cierto, hace un frio terrible- Odio que me hagáis eso.

- No pretendo… espera ¿qué?

-Nada- respondo recordando que Blane también tenía la desagradable costumbre de imponer la fuerza cada vez que quería decirme algo-. Solo que últimamente te estás pasando un poco, todavía no sé a qué ha venido que me sacases arrastras de la cabaña- sueno más calmada de lo que estoy por dentro.

- Llevábamos más de tres minutos hablándote, haces esto desde lo de Blane y, francamente, no soporto verte así- esto es ridículo.

-Darry, siento tener que decírtelo pero todo lo que nos pasa no es culpa de mi hermanastro.

-¿Ahora le defiendes? – espeta elevando la voz tanto que estoy segura de que, a pesar de estar fuera, nos han oído los demás- ¿Por qué? Sabes perfectamente que esto no funciona desde entonces.- ¿pero qué está diciendo? La impotencia me recorre el cuerpo como un virus que se extiende sin remedio. Sé que Blane no es precisamente la mejor persona del mundo pero ha sufrido mucho por culpa del borracho de su padre y el desinterés de su madre. Claro que es fácil juzgarlo por su apariencia de mujeriego que le dan igual los sentimientos del resto del mundo, pero yo he tenido la oportunidad de conocerle y no pienso permitir que se le trarte de esta manera. Sinceramente creo que tras lo nuestro igual asienta la cabeza y comienza a hacer las cosas bien, creo y espero que pase porque es la única forma en la que podría ser feliz. Necesita compañía, dentro de esa fachada ruda y descarada se esconde mucha incomprensión pero sobre todo inseguridad. Deduzco que era por eso por lo que nunca se atrevió a salir con nadie en serio, aparte de Cher y de mí, aunque Cher era una arpía que no le facilito nada las cosas.

-¿El qué no funciona, Darren? No funciona porque no hay nada que tenga que hacerlo. ¡Dios, eres tú el que me besaste esa tarde! ¡Tú empezaste esto y como no sabes cómo solucionarlo, buscas un pretexto que resulta ser Blane!- me sorprende el fuerte sonido de mi propia voz, no recuerdo haber gritado jamás así.

- Igual si no te hubieses liado con el payaso de tu hermanastro lo de ese beso no hubiera estado fuera de lugar- desde luego Darren me supera en volumen auditivo sin forzar la voz tanto como yo tengo que hacerlo para abrirme paso entre sus gritos.

-¿Eso es lo que realmente piensas?- noto como me arde la cara y supongo que es cuestión de segundos que las lágrimas se hagas visibles, si no lo han hecho ya. Antes pensaba que yo era una de esas excepciones de chica adolescente fuerte y que no permite que nada le haga sufrir o llorar. Actualmente estoy más que convencida de que en aquellos entonces había tenido tan poca vida social que tampoco obtuve oportunidad para sufrir. Ahora me viene todo de golpe, como un huracán que acumula todo el dolor que debería haber estado repartido en distintos años, y, por supuesto, yo no tengo ningún tipo de destreza para esquivarlo pues soy una gran novata -. Te pedí disculpas, y me dijiste que me habías perdonado. Me mentiste- digo con suavidad para evitar mis tan típicas escenas de lloriqueo.

- Todo se puede perdonar, pero no olvidar, Kat- su seriedad me pone nerviosa, me hace parecer una histérica. Eso me duele, me ha estado engañando todo este tiempo y ¿para qué? No le puede gustar estar conmigo si tanto le repugno por lo que hice.

- De acuerdo, no sé tú pero a mí me parece una falta de respeto enorme montar este numerito siendo los invitados de Mike en su cabaña, así que mejor que sigas fingiendo que no te doy asco hasta que esta pesadilla de excursión acabe- me dirijo a la puerta malhumorada, cuando ya estoy a punto de entrar me giro y digo lo peor que pasa por mi mente, lo que he querido evitar todo este tiempo-. Cuando volvamos a casa, puedes olvidarte de mí, porque no quiero tener nada que ver contigo.
HOLA! BUENO LO PRIMERO QUE QUERÍA DECIR ES QUE HE CAMBIADO LA PORTADA Y EL TITULO DE LA NOVELA. Para que nadie se despiste. Y lo demás bueno que me comenteis que os ha parecido el cap
Gracias por leer y comentar!!

¿Ella en problemas? ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora