34º Capítulo "La rebelión de la futura alumna de Harvard"

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Narra Blane Doyle

 La odio, maldita sea, si al menos me hubiera escuchado igual ahora no tendríamos éste problema. Después de todo es su casa no la mía, ella debería ser la interesada de echar a los Sullivan, además la petarda de Jade no para de insinuárseme y me pone de los nervios. Ayer mismo tras la cena se puso a llorar delante mio porque Kat no la trataba bien, creo que quería que la consolase, desde luego no iba a hacerlo. ¿Ese es su mejor plan? ¿Comportarse como una niña pequeña y no hablar a su futura hermanastra? Está claro que la he sobrestimado, no es más que una mocosa caprichosa. De todas formas tengo que buscar el momento para hablar con ella, sé que si la ayudo a librarse de Jade y el resto de los Sullivan, igual me da otra oportunidad.

 Solo con verle la espalda sé que está tensa, probablemente preocupada por algo, bueno, conociéndola seguro que se trata de alguna asignatura de la que ha bajado del nueve. El profesor de poesía entra al aula sin apartar ni un segundo la mirada de ella, quién se irgue aun más al advertirlo. Realmente me molesta que puedan tener tanta influencia en ella.

- He dejado la puerta abierta, por si tiene que volver a huir de mi clase, Parker- escupe el profesor con una furia contenida. Kat levanta la cabeza de un bote, como si la hubiesen abofeteado.

- Yo...

- Ella se encontraba mal y tuvo que salir- intervengo. El profesor, aparentemente divertido, se acerca un poco más a nuestros asientos.

- Puedo defenderme yo sola, Doyle- me espeta mi hermanastra.

- Permite que lo dude- ya estoy harto de que sea una desagradecida.

-¿A qué te refieres, imbécil?- gira su asiento para que quedemos cara a cara, me está enfrentando. Me muerdo la lengua, no quiero soltar lo de la rabieta de Darren, pero está más que claro que se lo merecería.

- ¿Acabáis con el festival de amor?- los alumnos no pueden evitar reír ante la ocurrencia del profesor.-. Parker, explícate y, por favor, sin ayudas externas.

- Tiene razón, me encontraba mal desde el comienzo de la mañana pero decidí asistir a clase. Blane lo sabía porque vivimos en la misma casa, y cuando abandoné el aula por indisposición, mi hermanastro me llevó a casa.- tiene que haberle jodido seriamente tener que darme la razón, pero siempre he envidiado la rapidez con la que mi hermanastra se inventa una historia, sin ningún fallo, también me preocupa bastante.

-Muy ocurrente, sin duda- afirma el profesor-. Ya que ahora se encuentra perfectamente podrían retomarlo donde lo dejaron- ambos nos dirigimos una mirada cómplice-. ¿A qué esperan? Al estrado, página ciento treinta y...- Kat interrumpe y se pone en pie haciendo bastante ruido. Veo su frustración en como coge aire y se le hinchan los orificios nasales. Es cuestión de tiempo que explote, corremos peligro en ésta sala.

- ¡Maldita sea! ¿No tienes un límite? ¿No te basto con lo del otro día? ¿Es que no voy a poder olvidarme de ésta mierda nunca?- ha explotado. La cojo del antebrazo para serenarle, no quiero que diga ninguna tontería de la que luego pueda arrepentirse-. Soy la jodida única persona que presta atención en tu basura de clase- gruñe librándose de mi sujeción-, todos sabemos por qué me largue el otro día. Tú has reconocido que lo sabes- está recogiendo sus cosas. No me puedo creer lo que estoy presenciando. Katherine Parker seguramente, una de las mejores estudiantes del instituto, rebelándose.

- Kat, cálmate, piensa en tu media- le susurro volviendo a cogerla. Ahora se gira hacia mi y me dirige la mirada más efusiva, malévola, aterradora y furiosa que he visto en mi vida.

- Y tú, - dice señalándome-, eres la razón por la que las personas tenemos dedos medios.- me aparta violentamente mientras el profesor contempla la escena aturdido. Kat me enseña su dedo corazón y mira a su alrededor indecisa -¡Qué os den por el culo!- dicho esto se encamina hacia la salida como la última vez, solo que hoy está enfadada, no dolida. Cierra con un portazo que hace retumbar todo el aula.

- Es una Johanna Mason- algunos alumnos lectores de Los Juegos del Hambre ríen y asienten, yo, como no entiendo esa jerga, me encojo de hombros y sigo a mi hermanastra.

Al salir observo como patea una papelera y acompaña la acción con comentarios obscenos. Al verme se detiene inmediatamente y coloca los puños cerrados a ambos lados de su cuerpo.

- Déjame en paz, Blane- y empieza a andar agresivamente, yo trato de seguir su ritmo.

-¿Me puedes decir al menos por qué te has puesto así?

- No- la cojo por los hombros y la sitúo contra una taquilla, por lo que suelta un bufido-. Mira no sabes cuanto me pone el rollo colegial de darse el lote contra las taquillas, pero tengo cosas más importantes en las que pensar a parte de tu engreído culo.

- ¡Tú no eres así!. Dime qué te pasa - suspira con aires aburridos, yo la sacudo contra la taquilla-. Oye, ¿quieres mirarme?- y lo hace.

- Qué te den.

- Deja de comportarte como si nada te importase. ¿Qué pasa?

- Todo pasa, Blane. Pasa mi madre, pasas tú, pasa Darren y pasa La Nueva Zorrita.- los ojos vidriosos y el temblor de su labio inferior, me dicen que lloraría de no estar yo delante.

- Espera, ¿tu madre?

- Pronto no se va a acordar ni de quién soy- sin entender demasiado, la estrecho entre mis brazos. Poco a poco noto como va relajándose y cuando la suelto ya no está tan alterada. Aún está acorralada por mi cuerpo por lo que se ve obligada a mirarme. Pasan unos segundos, tres, diez, quince, y seguimos en el mismo punto. Hasta que decido dar el primer paso. Me inclino un poco sobre ella, pero no reacciona. Lo hago un poco más para que sepa lo que quiero, pero no responde. Nuestras bocas están a escasos milímetros, noto su respiración sobre la mía.

- Me tengo que ir- y cuando lo dice su labio superior roza, durante una milésima de segundo, el mío. Se encoje en el poco espacio que le he dejado y se desliza por debajo de mi brazo aún apoyado sobre la taquilla. La persigo, casi corriendo por el pasillo.

- ¿A donde? ¿A casa? No puedes hacer esto todos los días, Kat.

- ¿Te crees qué no lo sé?- añade mirando al frente-. Voy al despacho de la directora.- <Kat y su costumbre de hacer siempre lo correcto han vuelto. >

- Kat, creo que lo mejor sería...- pero ya estamos frente a la puerta. La abre sin contemplaciones y empieza.

- He agredido a un alumno, insultado a mis compañeros y faltado al respeto a un profesor- y la puerta se cierra en mis narices.

SIENTO MUCHISIMO HABER TARDADO TANTO EN SUBIR!! Es que he estado muy liada con las clases y eso y la verdad es que no he podido ni leer vuestras novelas ni avanzar con la mia. Asi que voy a empezar a ponerme al día jajajaj.

Espero que os haya gustado mucho el capítulo, aunque sea muy muy muy corto.

#TeamBlane o #TeamDarren??????????????

¿Ella en problemas? ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora