Ahora: Ocho.

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En la cuarta noche, el mayordomo falla al caminar silenciosamente dentro de nuestra casa y sacarme de mi catre.

Grito de alivio, y grito de dolor.

Lloro por el chico que me hizo un brazalete de flores, y por el niño hecho hombre que me trajo una muñeca Cathryn de un país del otro lado del mar.

Lloro por el amante que siempre he querido pero que no puede mirarme a la cara.

Lloro por la chica hecha de fuego y piedra que solo puede esperar en un catre por el chico hecho del sol y mar.

Lloro por la chica que ni siquiera puede decir el nombre de él.

No Fury (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora