El príncipe nació en el cuarto lujoso de su madre tres días antes de que yo irrumpiera en el piso sucio de la taberna. La reina murió durante el parto; mi madre me envolvió en el delantal, y me entrego a Da para que me sostuviera mientras ella terminaba la mezcla.
A través de los años observé cómo el reino lloraba a su reina. El rey nunca se volvió a casar. Incluso ahora, la gente habla acerca de esos primeros años de nuestras vidas como si estuvieron por debajo de un constante enjambre de nubes: los súbditos leales observaron crecer a su querido príncipe sin una madre, observaron a su padre-rey consumirse al retener la guerra.
La única cosa que eventualmente nos sacó de debajo de todo eso, fue el innegable brillo de él. Rizos oscuros, los ojos verdes más brillantes, y una sonrisa que mostraba unos profundos hoyuelos en sus mejillas.
Y yo crecí con el sentido innato de que él era mío.
¿Sabes cómo eso se siente? ¿Cuándo miras a alguien y ellos tiran una emoción secreta, posesiva dentro de ti? De cerca, o de lejos, tú sabes de alguna manera que ellos son tuyos.
No lo mires, quieres gritarle a todos los demás. No pretendas mirarlo de la manera que yo lo veo.
Pero eso tuvo que ser mi corazón roto en privado. Todos querían al príncipe. Todos sentían que él les pertenecía a todos nosotros ― cuando él nació, un regalo colectivo había sido otorgado. Todos lo amaban como si fuera suyo porque, verás, era imposible no hacerlo. Él era el sol, y un cielo abierto de par en par. Él era alegría, era lluvia, él era música.
Nadie sospechó que cuando la reina murió, los Dioses rápidamente tomaron el bebé varón que mi madre esperaba y en su lugar me pusieron a mí dentro de ella.
Una plebeya, traída a la vida, solo para él.
Un príncipe, recogiendo las estrellas, solo para mí.
No sabía cómo me di cuenta de eso, o como mi príncipe parecía saberlo de la misma forma, pero la verdad de eso era nuestra salvación, y nuestra ruina.
ESTÁS LEYENDO
No Fury (Español)
FanfictionEl príncipe nació en el cuarto lujoso de su madre tres días antes de que yo irrumpiera en el piso sucio de la taberna. Él es de la realeza... ella no. Pero la amistad secreta que comenzó en la niñez se convirtió en algo más profundo... y más peligr...