Ahora: Cincuenta y Seis.

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Semanas pasan, sin ninguna palabra acerca de Harry, Liam, o el resto del ejército.

Ni siquiera Zayn, después de espiar rutinariamente al Concilio, sabe si ellos le enviaron a decir al Rey, o simplemente están esperando a que acabe la guerra.

Zayn y yo nos vemos a diario, en la tarde donde el arroyo crece de un pequeño chorrito a una corriente, y él repasa todo lo que sabe.

Tristemente, es muy poco: María permanece viva en la torre. Douglas ha sido retirado del Concilio. El castillo está calmo -una masa de guardas y sirvientes y no muchos más.

Nos vemos a diario, y a diario me las arreglo para no gritarle al cielo por la frustración de que no hay noticias de Harry.

También observo con alegría y tristeza como Anne crece cada día. Desde ya Harry se ha perdido su primera sonrisa con hoyuelos, su cuello volverse lo suficiente fuerte para sostener su cabeza, sus pequeñitos, felices sonidos.

No son más que pequeños hitos, me digo a mi misma. Su vida entera está por delante de ella, y delante de nosotros.

Así que cuando un día veo a Zayn caminando hacia mi casa en la oscuridad, mi corazón se eleva ante la perspectiva de noticias. Y entonces, detrás de él, un soldado sombrío sale de la maleza.

Mi histeria burbujea hacia arriba y fuera de mí, un jadeo apretado como vapor retenido bajo presión. Tomo un involuntario paso hacia atrás, susurrando, -No, no, no.

Con manos extendidas, Zayn se acerca, rogándome que me mantenga calmada. -Catie, no.

- ¿Qué es? -Pregunto, aferrándome a algo detrás de mí para sostenerme antes de hundirme lentamente en el suelo y señalando al soldado. - ¿Por qué esta él aquí?

Mi madre viene detrás de mí, preguntando en un bajo y controlado susurro, - ¿Catie? ¿Qué está pasando?

-No sabemos, Catie, -Zayn balbucea. -No sabemos.

En un instante, mi corazón es muy grande para mi pecho. Palpita muy duro. O quizá ha dejado de palpitar completamente, y el tamboreo dentro de mí son los últimos espasmos de conocimiento.

- ¿No saben qué? -pregunto.

Zayn mira impotente al hombre a su lado, quien se agacha delante de mí.

Apenas puedo respirar.

-Lady Cathryn, -él dice gentilmente.

No escucho el resto. Caigo al lado.

~~

Cuando me despierto, mi cabeza está en el regazo de Zayn en la casa de mis padres. Mi madre y Da se pasean por el piso y Mary está sentada, sosteniendo en silencio a Anne cerca de la chimenea, mirando al frente.

Ninguno de mi familia me mira. Pero el soldado mira a mi rostro, con ojos claros.

- ¿Harry está muerto? -pregunto en su susurro aterrorizado. Las palabras salen finas, ahogadas. - ¿Es eso lo que han venido a decirme?

Él niega con su cabeza. -No, mi Lady.

Me empujo para sentarme, parpadeando para deshacerme del vértigo. Zayn se acerca para estabilizarme, pero gentilmente resisto su manejo. -Estoy bien, Por favor, dime.

El soldado se sienta en una silla de madera en frente de nosotros, apoyando sus codos en sus rodillas.

-Hace dos semanas, el Concilio envió noticias por jinetes al Rey. El Rey sabía de la participación de España en la guerra, por supuesto, pero no el resto de ello. En la carta, el Rey fue informado de que la Reina había traicionado a su padre, lo que llevo a su asesinato y el de sus cuatro guardias.

No Fury (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora