Ahora: Sesenta y Cinco.

7.6K 471 43
                                    

Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que actualice y por eso, disculpen. Es solo que todavía no me he curado completamente y ya entré a la universidad por lo que tengo menos tiempo :c

De todas maneras, me esforzaré en no tardar mucho para actualizar. Disfruten el capítulo <3

~~

Encontramos una rutina las siguientes semanas.

Me quedo dormida en los brazos de Harry; nuestra hija duerme en la noche al otro lado de la habitación. Después del desayuno, James lleva afuera a Anne, y Harry y yo tenemos la mañana entera juntos.

Para hablar.
Para cocinar el almuerzo lado a lado.
Para regresar al cobertizo y hacer el amor,
o,
simplemente hacer el amor donde sea que nos encontremos.

Y cuando James regresa con Anne, la abrazo a mi pecho mientras Harry le canta dulces y tontas canciones y luego la lleva a la sala mientras yo cocino. Allí, él le construye un castillo hecho de bloques y ella lo derriba. Una y otra y otra vez.

A pesar de que la verdad de la traición de María cae en él —al igual que la realidad de que él eventualmente necesita responder— no se extingue la luz en sus ojos. Él tiene un poco de distancia de ello, y una fracción de mi corazón está agradecido por esta inesperada borradura de su mente.

Refuerza mi elección de no decirle aun acerca de cómo nació Anne, y donde.

Pero entonces él la mira y le dice que él se asegurará que no desee nada. Él me mira alimentarla y se maravilla por cuán rápido ella crece. Él pregunta que hice mientras él estaba en la guerra, y mi respuesta —Nada, mi amor— falla para satisfacerlo.

Mi culpa es una llaga, supurando dentro de mí.

Él necesitara saber la verdad. Él necesitara escuchar qué sufrí, que nuestra hija estuvo fuera de mis brazos por largos espacios de tiempo y en esos momentos no sabía lo que se hacía con ella. Pero no puedo soportar pensar en ello. ¿Cómo podría pedirle que absorba este dolor cuando sé que yo lo puedo sostener para ambos?

~~

Escucho los pasos de James retirándose al bosque, mezclados con los balbuceos de Anne. Sus sonidos se vuelven más pequeños y pequeños a mi derecha, y sé adónde es que se dirigen: regresarán con un bushel lleno de moras.

Harry viene detrás de mí mientras enjuago nuestra cacerola en el arroyo a la par de la cabaña. Él se arrodilla a la par de mí, sus muslos apretando los míos, sus manos llegando a mis hombros antes de deslizarlos por mi cuerpo.

Y oh, conozco este toque.

Es el tipo que se desliza por mis rodillas, levantando mi falda con él mientras vaga hasta mis caderas. Es el tipo que viene con su boca contra mi cuello, succionando mi piel entre descripciones de lo que él me quiere hace.

Instándome a ponerme de pie, él retrocede, haciendo una seña.

—Deja la cacerola.

—Reunirá hormigas —protesto a medias.

—Las hormigas no se comerán el metal.

—Casi termino.

—Lo terminaré por ti luego. —Su sonrisa es imposible de resistir. —Ven —dice, volteándose y tirando de mí junto con él. —Te quiero.

Dentro de nuestro cobertizo, su boca es suave y sonriente contra la mía mientras él hábilmente me despoja de mi vestido.

Su cuerpo es suave piel encima de musculo duro; un torso que va por millas. Nunca tengo suficiente; mis manos olvidan tan pronto como se han deslizado por una curva y moviéndose a la otra, y necesito regresar una y otra y otra vez mientras él se mueve encima de mí.

No Fury (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora