Ahora: Sesenta y Siete.

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Dejamos a Anne con James, y mientras caminamos desde la cabaña hacia la colina, los miro por encima de mi hombro de pie en la puerta.

Los ojos del padre de Harry están apretados con preocupación, y mi hija llora, brazos abiertos mientras mira irnos.

Todo dentro de mí duele. No la quiero dejar ni siquiera por un momento, y no me quiero ir así: en un apuro, emocional, llena de furia.

Harry me llama y me volteo, moviéndome tan rápido como puedo para alcanzarlo a él y a Zayn.

-Ella estará bien -él dice por encima de su hombro. -Debemos regresar al amanecer.

Miro los músculos en su espalda tensarse mientras se voltea y continua.

~~

Registro que una vez que la cabaña está fuera de vista que no he estado a esta distancia por casi un mes. El camino hacia la aldea está demasiado grande, como siempre; esconde la casa secreta de James muy bien. Pero conozco las ramas y raíces tan bien como conozco mi propio corazón. Podría caminar está ruta dormida.

Aun así, lucho para seguir el paso frenético de Zayn, y la marcha severa y determinada de Harry.

No sé lo que nos espera en el castillo, y mi corazón duele sabiendo que este niño puede ser de él.

Puede.
Pero rezo fervientemente en mi corazón de que no lo sea.

Según mis cálculos, la última vez que Harry se acostó con María fue varias semanas antes de que él se fuera a la guerra. Él estuvo fuera por cinco meses, y ha regresado hace casi un mes.

Miro hacia el cielo, y ruego por esta pequeñísima cosa.

No se siente tan enorme pedirle al universo, después de todo: Tú nos creaste el uno para el otro. Toda nuestra vida hemos luchado para terminar aquí. Por favor no destruyas mi pequeña familia.

Porque si María intenta hacer un solo, maldito derecho al trono, yo misma la decapito.

Ramitas crujen debajo de mis zapatos y puedo ver los soplos de nuestras respiraciones en el aire frio y oscuro.

Hay un tiempo en donde nuestras mentes entran en una especia de trance. Nos movemos, respiramos, pero dejamos de pensar.
Todo lo que sabemos es el momento delante de nosotros, y luego el siguiente, y el siguiente. Somos reacción, somos instinto.

Así es como me siento ahora, incapaz de permitirme imaginar lo que nos espera. Ya le he dicho a Harry que no se salga de mi vista ni siquiera por un instante. Cuando él camina hacia sus cámaras, debo seguirlo allí.

Pero oh, ella sentirá la gelidez de mi ira mucho antes de que me vea.

~~

Estoy jadeando, ahogándome con el aire mientras corro, clamando por sus largas zancadas.

-Harry -jadea, doblándome por la cintura y colocando mis manos en mis rodillas. -No puedo correr cuesta arriba por el momento. Por favor.

Él se detiene, rápidamente regresando a mi lado y colocando su mano encima de mi espalda Su palma hace lentos círculos de un lado de mi espina hacia la otra, y yo escucho mientras él agarra aire también.

-Lo siento -él susurra, inclinándose para colocar su cabeza en la mía. -Lo siento. Desearía que Zayn hubiese traído caballos.

-Está bien -le digo. -Solo necesito reunir aire.

Siento la presión de su cálida boca en mi sien. -Déjame sostenerte. -Dice contra mi piel- Solo por un momento.

Me enderezo, poniendo mis brazos alrededor de él y necesitando esta pequeña pausa donde solo somos nosotros nuevamente, y nos tomamos un momento para entender lo que descansa en frente de nosotros.

No Fury (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora