— ¡No comas eso! —Chillé, tirando las bayas de la palma de su mano—. ¡Son venenosas!
El príncipe se volvió, con sus ojos bien abiertos. — ¡Solo son arándanos!
Sacudí mi cabeza, limpiando sus manos en mi falda. —No lo son, mi Señor. —Mi respiración se había ido de mi pecho y tragué por aire, luchando por calmarme. —No lo son.
Se sentó de nuevo en el césped alto, mirándome en estado de shock. Hasta entonces él comenzó a temblar. —Tú me has salvado la vida.
No supe qué responderle. Tenía que hacerlo.
— ¿Qué está haciendo aquí tan solo? —susurré, sentándome a la par de él. — ¿Dónde está su mayordomo?
El príncipe señaló con su cabeza el camino largo y sinuoso que lleva al castillo. —Mi tío vive en el bosque. Mi padre me deja caminar por allí los sábados. Él dice que, si no puedo viajar una milla yo solo en el bosque, no estoy en condiciones de ser un rey.
Me atraganté con algo, alguna emoción tan grande como para pasar fácilmente a través de mí. Habíamos cumplido doce solamente seis semanas atrás. El reino estaba rodeado por todos lados con hombres que no vacilarían en poner la cabeza del joven príncipe en una estaca y desfilar por todo el país con ella.
Mi madre apenas me dejaba fuera de su vista para recoger las hierbas que yo debía llevar a la cocina.
— ¿Por qué va por allí? —pregunté—. No es seguro para usted estar tan largo del castillo.
— Lo dices tú, una niña, sola en el bosque.
—Una niña está más segura aquí afuera que un futuro rey.
Él me miró, sonriendo de una manera que hizo aparecer los hoyuelos en sus mejillas, convirtiendo sus ojos en una historia tan grande como para compartir. Inclinando su cabeza hacia el bosque, él dijo: —Voy porque mi tío me cuenta historias acerca de mi madre.
ESTÁS LEYENDO
No Fury (Español)
FanfictionEl príncipe nació en el cuarto lujoso de su madre tres días antes de que yo irrumpiera en el piso sucio de la taberna. Él es de la realeza... ella no. Pero la amistad secreta que comenzó en la niñez se convirtió en algo más profundo... y más peligr...