Capítulo 19

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No pude evitar sonreír en frente del espejo, no me podía creer lo que había pasado unos minutos atrás, me había acostado con Connor Foreman, esa no había estado en mis planes, ni siquiera podía imaginarme como habíamos llegado a ese punto, pero no podía mentirme a mi misma y fingir que no lo había imaginado, básicamente desde el primer beso había pensado como sería hacer algo más, como había dicho Vic: solo la puntita.

Suspiré mientras me pasaba las manos por el pelo para recogerlo todo en una cola, pero claro, había olvidado el detalle que no tenía con que amarrarlo, así que tocaba el plan b: un bollo, me vería demasiado relajada, tenía que admitirlo y lo estaba, después de dos bellos orgasmos lo estaba.

Salí del baño con la camisa de Connor puesta, no quería ser un cliché, ni siquiera quería ponérmela, pero al ver mi ropa ser secuestrada por el señor de la casa y el frío poner en evidencia mis pezones, me tocó pensar en otra opción, con Connor siempre estaba pensando en otras opciones.

—Connor, aliméntame— él estaba sin camisa y solo con un pantalón terminando finalmente la comida que ya había empezado, me miró sobre su hombro y alzó ambas cejas mientras sonreía, como diciendo. "tan rápido" —Hablo de la comida— su sonrisa se hizo más grande si era posible —De la que llega al estomago— vi como sutilmente miró a su entrepierna cubierta solo por unos pantalones negros —Deja de mal pensar todo, tengo hambre de comida que es digerida por mi organismo y evacuada, gracias— estaba segura que estaba algo roja.

Nunca he enfrentado una mente tan frustrante y perversa como la de Connor, quiero decir, es más compleja que la de Molly cuando tiene el periodo, y esa es una difícil de tratar, pero extrañamente es reconfortante no saber que esperar de él, sé que esperar del resto del mundo, incluso de Christian West, pero no sé que esperar de Connor Foreman y de sus ágiles, increíbles y muy activos dedos de pianista.

—¿Tocarías para mí?— estaba colando los tallarines, ni siquiera me miró mientras lo hacía o después de mi pregunta, deje que se tomara su tiempo —El piano, quiero que toques para mí— le insistí una vez que parecía que iba a ignorarme —Quiero que toques porque te gusta, no porque West te ha obligado— rió un poco y negó con la cabeza.

>>Supongo que aun no estás listo, pero al menos lo intente— apoyé mi cabeza en la barra mientras observaba mis dedos hacer patrones sin sentido en la madera.

Era extraño, cuando creía que estamos un poco más cerca él sutilmente se encargaba de recordarme que eso solo era una ilusión de mi cabeza, podríamos estar más cerca físicamente, pero definitivamente no emocionalmente, era frustrante, quería estar dispuesta a decirle todo, pero él no iba a permitirlo.

Los tallarines fueron puestos en frente de mi rostro, miré la salsa blanca sobre ellos, el champiñón picado y pollo en trozos bañados por ella, se veía bien, la duda que quedaba era si sabía bien,

Un beso fue dejado en mi cabeza que aun permanecía sobre la madera, miré a Connor por la esquina del ojo y lo vi haciéndome un guiño mientras me sonreía, no pude evitar imitar su gesto, era lindo verlo así de libre y relajado, aunque segundos después pareciera listo para huir lejos de mi.

Puso otro plato en la barra antes de dar media vuelta y sentarse a mi lado, comimos en silencio, pero estaba tan metida en saborear la deliciosa comida que ni siquiera me puse a pensar si era incomodo o no.

Sentí una mano en mi muslo mientras metía el último bocado a mi boca, fruncí el ceño y miré justo al lugar, la mano de Connor estaba allí, seguí masticando mientras sopesaba que era lo correcto para hacer.

—Está bien, quieres más acción, pero me tienes que dejar tomar una foto tuya sin camisa— tomé un sorbo de la bebida que él me había dado y finalmente lo miré, parecía confundido con mi petición —Tómalo o déjalo— puse mi codo sobre la mesa y use mi mano para apoyar mi cabeza en ella.

El PianistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora