La vida vida podía considerarse como efímera por la velocidad en que se pierde o el escaso tiempo que parece durar, incluso por la forma en que podemos contabilizar los momentos felices, que pueden ser más largos que los tristes, pero que nunca percibimos como tal, tal vez por ello tenía la sensación de que la euforia que sentía no iba a durar mucho y que una pesadez estaba a punto de instalarse en mi pecho.
Tocaron mi hombro haciendo que volteara a ver a Connor, quien sostenía un ramo de flores pequeñas me lo pasó. Me hizo una seña para que volteara a verlo y sostenía su celular frente a mi, fue muy gracioso verlo tratando de acomodarse para tomar una buena foto, pero me puse cara serie y pose sosteniendo las flores en mi mano, no estaba muy segura de donde las había sacado, pero considerando que estábamos en la casa de sus abuelos supuse que no habría problema.
Habíamos estado yendo a visitar a sus abuelos y compartiendo una comida con ellos cada fin de de semana desde el día en que bailamos Can't help falling in love de Elvis Presley, y de por sí las cosas entre nosotros parecían mejor cada vez, casi como si estuviéramos en un tiempo idílico, y ya llevábamos un mes en ese estado, casi mitad de octubre, estaba en plena planeación de lo que haríamos para Halloween.
—¿Quieres que nos disfracemos como pareja o cada uno va con lo que se le dé la gana?— puse las flores a mi lado mientras continuaba sentada en el suelo,volví a abrazar mis rodillas y a apoyar mi cabeza sobre ellas —Creo que nos podríamos disfrazar de calavera ¿qué opinas?— Connor estaba escribiendo en el celular, demasiado enfocado para dignarse a responderme, bueno, para mirarme —Espero que sea linda porque para ignorarme de esta manera, solo mereces un golpe— abruptamente me miró y alzó una ceja como si no entendiera de que hablaba.
>>A veces olvido lo tú que puedes ser— suspiré y me puse de pie para dirigirme dentro de la casa.
Había estado practicando con West a decir cosas que usualmente no haría, porque aunque no tenia filtro de pensamiento a boca, sí lo tenía de recuerdos a boca, era más difícil de lo que pensaba, ni siquiera estando en un lugar en donde no me sentía presionada, con alguien que nunca me obligaba a nada, ni siquiera así podía decirlo todo, ¿lo peor de todo? era más duro hablar de los momentos felices que de los tristes.
Entré a la cocina por la puerta trasera, como ya estaba acostumbrada por el mes de estar viniendo. La mamá y abuela de Connor estaban en la cocina horneando un pastel para celebrar el cumpleaños del esposo de Fifi.
—Luce bien— digo tomando asiento y observando como acomodan las fresas en la parte superior del pastel.
—Y sabe a un mejor— sonrió Ofelia ubicando una fresa más —Ya tengo hambre.
—Pero no puedes comer hasta que mi esposo no sople la vela— Felicite comentó —¿Donde está mi nieto?
—Respondiendo mensajes en su celular, ya saben, poniéndome cuidado, como siempre— me encogí de hombros.
—Típico, ojala dejaran de trabajar al menos por un momento— la madre de Connor no parece muy a gusto con ello, su relación con su hijo había mejorado notablemente, tenía la sensación que solo por ello era bien recibida en su casa.
—Es porque tiene una firma de contrato de una banda que está trayendo desde otra ciudad entonces están con las cosas legales y eso— aunque yo era la que me quejaba, también era la primera en saltar a defenderlo, a veces ni yo misma me entendía.
—¿Hay algún problema con el contrato?— el padre de Connor, Augusto Foreman hijo hizo su aparición en la cocina.
—No exactamente, es más un conflicto de traslado, tendrían que venir a vivir aquí a Teferan y hay uno de los integrantes que está teniendo dudas, supongo que es normal dejar el hogar después de tantos años ¿no?— mentirosa, cerré los ojos, mi mente estaba jugando conmigo porque yo mejor que nadie sabía que no importaba tanto los años, sino lo abrupto de la separación para medir el dolor o la capacidad de adaptación, yo tardé años en adaptarme a este lugar y aunque me sentía más cómoda, extrañaba mi casa.
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El Pianista
RomanceSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...