—Me da un pan relleno de queso, por favor que esté caliente— Connor ríe en mi oído, acción que me produce escalofríos en la espalda —¿Hacen malteadas a esta hora?— la señora asiente —Una malteada de fresa también, oh y no olvide el palito de queso, ese siempre tiene que estar presente.
—Está bien, ¿algo para el caballero?— la mujer me miraba a mi en vez de a Connor, algo normal considerando todas las veces que vinimos a el lugar y que él nunca había hablado.
—Un jugo de naranja está bien— la mujer abrió mucho los ojos y lo miró de arriba a abajo, como si estuviera viendo una visión.
—Y un jugo de naranja, por favor— le sonreí, tratando de desviar la atención al hecho que Connor había decidido asustar a todos los seres humanos que conocía.
—En un momento— ella parpadeó varias veces, miraba constantemente de la maquina registradora a nosotros, podía jurar que cada tecla que aplicaba equivalía a una mirada que nos lanzaba, incluso nos siguió con la mirada mientas nos sentábamos en nuestra mesa usual.
No pude evitar reír, realmente era cómico ver a todos sorprenderse porque el HDSPH ya hablaba... pensándolo bien, había que modificar esas siglas, tendría que hablar con Victoria al respecto, aunque para ello también tuviera que mostrarle a ella que efectivamente el individuo ya hablaba. Por otro lado, ¿así me habré visto yo cuando él habló? Si fue así ¿tengo que considerarme patética o algo?
—Hey, extraño— lo llamó cuando veo que no aparta su vista de la ventana —Gracias por lo de West— frote mis las palmas de mis manos —Se siente tan genial hacer maldades— la sonrisa no quiere abandonar mi rostro, al parecer podría ser un buen día, después de todo es un viernes y es fin de semana.
—Yo también quería vengarme un poco de West, así que fue todo un placer— Connor tomó mis manos entre las suyas y sus ojos me observaban con atención —¿Te sientes mejor o aun crees que te estoy dejando atrás?— mi ceño se frunce.
—¿Tenemos que hablar de es justo ahora?— apoye mi cabeza sobre la mesa y aleje mis manos de las suyas.
—Sí, estoy algo preocupado por ti, Sophia— bufe, volvíamos al nombre, así que va en serio.
—¿Y eso por qué?— levanté mi cabeza y me senté de forma derecha mirándolo.
Antes de que pudiera responder, la comida fue puesta frente a nosotros, dimos un breve gracias y la mujer seguía mirándonos de forma extraña, tal vez debería dejarle una tarjeta para que consulte a Christian West.
—Estoy preocupado porque aunque tus chistes siguen, te noto más pensativa— jugaba con el vaso de jugo de naranja en sus manos.
Yo tomé el pan caliente y lo partí antes de comer un bocado, dando un poco de tiempo para formular la respuesta correcta, o al menos una sincera.
—¿Recuerdas noche buena?
—¿Cómo olvidarla?— sacudió su cabeza —Casi pierdo la cabeza al saber que habías entrado en shock— frunció el ceño —Dame tus manos— me queje porque estaba comiendo —Vamos, incordio, dame tus manos— suspiré, dejé el resto de mi pan en el plato y acerqué mis manos a las suyas —¿Confías en mi?— asentí —¿Entonces por qué siento que no es así?— puse los ojos en blanco.
—Los hombres como siempre tan dramáticos y haciendo todo más grande de lo que es— me quejé y ocasioné que me mirara como si estuviera diciendo un tipo de blasfemia —Yo confío en ti, solo que...— dude un poco —Esa noche se encendieron un interruptor— apreté los labios, sí que era difícil hablar sobre ello, tomé aire e intente continuar —Mis padres fueron asesinados cuando yo era niña— él apretó mis manos, como si se asegurara de que no me fuera a desvanecer después de esas palabras —En noche buena llamaron a avisar que el asesino había muerto— pude sentir como las lagrimas se formaron en mis ojos y como mi respiración cambió cuando mi nariz se congestionó —Que regalo de navidad ¿no?— tomé aire, no creía estar en el lugar adecuado para hablar de ello, pero de alguna forma tenía que darle algo de información para que se tranquilizara un poco.
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El Pianista
RomanceSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...