Decir que estaba sin palabras era poco. Si algo había aprendido de Connor Foreman era el hecho de que nada lo hacía a la ligera y que mostrar algo intimo para él no era sencillo. Sí, Connor era un hombre de pocas palabras, pero de muchas acciones.
—¿Estás seguro de querer hacer esto?— él ladeó la cabeza —Es tu niñez ¿seguro quieres que la conozca?— él sonrió —Últimamente sonríes mucho y ya empieza a asustarme ¿desde cuando eres un ser tan feliz?— su respuesta fue una carcajada —Y después que yo soy la loca— murmuré, no muy segura de que debía hacer ante aquella situación.
Sí, era lindo ver a mi novio feliz y no enfocado en el trauma que le dejo la muerte de su hermana, pero también era completamente extraño verlo cambiar tanto en frente de mi, ser tan expresivo, tan libre, casi como si hubiera alcanzado un punto de tranquilidad a mi alrededor y ello me asustaba un poco, porque no sabía que yo podía generar eso en alguien.
>>Cariño, no me asustes, sé que puedo parecer muy calmada y coherente— él alzó sus dos cejas —Pero en este momento estoy enloqueciendo porque no entiendo la situación— ladeó la cabeza —Espera me pongo cómoda y me lo muestras todo— bajó y alzó sus cejas de forma sugestiva —pervertido— lo golpeé con un cojín que decoraba la cama antes de dirigirme al baño.
Me cambie de forma rápida, sin darle tiempo a mi cabeza de procesar lo que estaba a punto de pasar. Para aligerar el ambiente me recosté en el marcó de la puerta del baño y trate de lucir sexy con mi pijama de moños rosados. Solo recibí una sacudida de cabeza como respuesta y la visión de un dedo señalando la caja metálica entre sus manos.
Decidí seguir la indicación y ponerle atención a lo que mi querido novio me estaba señalando. Era extraño, pero todo lucía en tan perfecto estado que era casi como ver una colección muy bien conservada, como si la humedad o los años no hubieran pasado por ninguna de las piezas que yacían en el interior del objeto. Ojala así se hubiera preservado el corazón del hermano que perdió una parte de él.
Me mordí el labio inferior mientras miraba el contenido, quería empezar por algo que no pudiera ser muy comprometedor, pero todo estaba allí por algo ¿no? No importaba que tocara, todo iba a ser un recuerdo.
Dejé que él diera el primer paso. Lo primero que tomó fue un libro, una copia de bolsillo del libro de Orgullo y Prejuicio fue puesto en mis manos, no sabía muy bien que hacer con él. Miré del libro a Connor hasta que él lo abrió en la primera pagina, donde un espacio era llenado con letras escritas a mano.
"Para no olvidar que puedo conseguir un Señor Darcy, lleno de defectos, pero también de amor hacia mi, Helena".
Observé un momento lo que allí decía, no estaba segura de haber leído el mismo libro ¿no recordaba cuan pomposo podía llegar a ser el tipo y el declararse a ella en contra de su buen juicio? Sí, es atractivo, rico, y al final aprende de sus errores como cualquier ser humano normal, pero por un momento lo odie y ahora estoy divagando en algo que probablemente no sea importante en el momento. Ahora era yo quien estaba juzgando su buen juicio, y el mío también.
—¿Quieres ser mi señor Darcy? Ya sabes, lleno de defectos, pero afecto hacia mi— alcé ambas cejas de forma sugestiva, lo que ocasionó que él riera.
Lo siguiente que puso en mi mano fue un carro de juguete, un camión en miniatura. Solo ladeé la cabeza como respuesta. Soprendentemente las puertas traseras se abrían y allí se encontraba una delgada cadena dorada, con una sola piedra roja colgado de ella. Coloco el delicado accesorio frente a mis ojos, esperando que observara cada detalle, para luego llevarlo alrededor de mi muñeca y atarlo, logrando que mi piel estuviera decorada.
>>¿Esto significa que es un regalo?— pregunte sin apartar los ojos de mi extremidad.
La mano de mi novio se posó sobre mi mano derecha, obligándome a apartar la mirada de allí y enfocarla en él, solo asintió. Pude jurar que sus ojos brillaron por un momento.
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El Pianista
عاطفيةSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...