Lunes
Querido ser humano o a quien corresponda.
Al parecer West tiene la idea de que escribir una carta es en lo que consistirán nuestras sesiones a solas, no está mal, solo que si solo vengo para esto, mejor me quedo en mi casa y escribo un diario, uno rosadito con candado de corazón si eso lo hace feliz.
Sophia Jones me ha mandado el link del vídeo del pobre infeliz que es atemorizado por un gorila robotico, fue cómico, me reí, pero probablemente nunca lo acepte frente a ella, sigue enviándome mensajes de texto que no puedo responder, no se siente bien hacerlo, aunque tampoco se siente bien ignorarlos.
West casi logra ver la burla en mí, pero no lo permití, me habían impuesto ir allí dos veces por semana, algún insolente dictamino que estaba mal y tenía que ser arreglado, así que para molestarlos más, no muestro ningún avance.
No me gusta admitirlo, pero Sophia Jones ha conseguido un avance en mí más rápido que lo que Chritian West alguna vez lo haría, y no estaba avergonzado de decirlo, amaba su cara de frustración porque de alguna manera así sentía que él también debía sufrir una mínima porción de lo que yo lo hago, era una especie de karma.
Tal vez Sophia consigue ello en mí porque me ha mostrado parte de su vulnerabilidad detrás de toda esa fachada de chica feliz, he llegado a sentir que lo suyo es mucho peor que lo mío y aun así puede sonreír, he visto lagrimas escaparse de sus ojos, su ceño fruncido, recuerdos pasar por sus ojos, labios apretados y todo en menos de cinco minutos, era como si de alguna manera una parte de ella estuviera oculta, y lo quisiera o no, eso solo hace que mi curiosidad y ganas de saber toda su historia aumenten.
También tengo tarea para esta semana ¡genial! quiero rodar los ojos cada vez que West quiere ponernos una actividad, es sentirme de nuevo en el colegio, odio ese sentimiento aunque también lo anhele porque en aquel entonces era inocente del mundo. La tarea de esta semana es tocar el piano, yo siempre estoy tocando el piano, pero nunca lo hago para alguien además de mi familia, aunque ni ellos me escuchan, ahora solo toco cuando quiero estar en soledad, se siente como reconectar con mi yo interior, se siente ser libre y no tener recuerdos por una vez, se siente como estar en casa. Va a ser extraño tocarlo para ella y más viéndola bailar, pero estoy deseando hacerlo, mucho más después de que incordió a West y le contó que nos besamos, ella era un incordio, definitivamente lo era, pero al menos era uno lindo.
No se mostró interesada cuando fuimos a comer algo, ni siquiera parece ilusionada conmigo o como si quisiera mi corazón o algo, solo parece feliz al sentirme cerca aunque no le hable, es rara, esa es mi conclusión.
Es rara porque no es normal emocionarse porque un idiota como yo le escribe en una servilleta, eso no tiene nada de especial, ni siquiera era papel real, como este, era un simple cuadrado absorbente que estaba destinado a limpiar bocas y mejillas sucias, y no a ser nuestro medio de comunicación, prácticamente volvíamos a la edad de piedra, bueno, a la del ruido porque no teníamos cincel y martillo para tallar.
Pensándolo bien, es extraño que ella lo haya logrado, bueno, realmente nadie nunca me ofreció un lapicero para que les hablara, parece ser la única en el mundo que recuerda que el papel existe, además también tiene un peculiar amor propio que no teme en demostrar. Aun no puedo creer que reconocí indirectamente ante alguien que llevaba años sin comunicarme con nadie, sin manifestar mi voz, solo escuchando, pero nunca respondiendo.
No voy a admitirlo ante nadie más, pero... me gusta ver a Sophia Jones reír, en serio me gusta.
Att. Connor Foreman
ESTÁS LEYENDO
El Pianista
Roman d'amourSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...