—Que cómoda estoy— dije mientras ponía los pies sobre la consola.
Estaba descalza, en el carro de Connor, con el trasero entumido, si es que aun tenía, y todavía quedaba una hora de viaje por delante.
—Nunca pensé que me llevarían tan lejos para matarme ¿qué clase de tortura es esta?— me quejé.
Miré a Connor quien solo puso los ojos en blanco antes de seguir manejado.
—Me duele el trasero— me volví a quejar —Quiero un masaje en él— hice un puchero.
Connor alzó una ceja y me sonrió.
—Ah, eso sí lo escuchaste, pero mis quejas de los últimos diez minutos no— se encogió de hombros.
>>Pues te tengo noticias, dejaré que alguien más me dé un masaje en el trasero, no mereces tocar esta obra de arte, desconsiderado— recibí un gruñido de su parte y no pude evitar sonreír.
Amaba verlo celoso, podría llegar a convertirse en mi actividad favorita, sus labios apretados, su ceño fruncido, el agarré en el volante más fuerte marcando más sus sensuales dedos, los gruñidos, todo lo hacía más sexy cuando estaba celoso.
La radio estaba sonando de fondo, Connor había dejado claro que no iba a poner ninguna de mis canciones, incluso había guardado mi cable, y sí, tenía el bluetooth, pero probablemente eso resultaría en Connor quitándome el celular. Se suponía que era por seguridad y para conocer el estado de las vías, no podía discutir, yo solo iba a comer gratis, si es que algún día llegábamos al destino.
—Connor— no recibí respuesta —Connor— nada, bufé, amaba ser ignorada por mi novio, el sueño de toda mujer —Connor, estoy aburrida— solo me miró un momento y siguió conduciendo.
Perfecto, sé que no habla, pero mirarme como si fuera un mosco molesto ya es otra cosa. Estoy aburrida, quiero atención de MI NOVIO, pero nooo, no hay tiempo para Sophia y no dejan ser feliz a Sophia poniendo música, Sophia es un ser triste y raro hablando en tercera persona.
—Connor, quiero follar— el auto se movió bruscamente y de repente cambio de carril. Connor logró controlarlo después de un segundo.
>>Vaya, eso captó tu atención, genial, ahora solo soy vista como un objeto sexual— me crucé de brazos y miré por la ventana.
Connor rió. Lo admitía, realmente no quería follar... Aun, pero quería un poco más de atención, me sentía como una maleta que traen de viaje solo para cumplir una función, incluso comenzaba a cuestionar si realmente había tomado la decisión correcta viniendo, entendía el deseo de experimentar cosas nuevas, pero no estaba segura que estas eran el tipo de cosas que quería hacer.
Cerré los ojos y trate de dormir, si iba a ser ignorada, al menos iba a serlo dormida y soñando con comida.
Sentí algo recorrer mi muslo, me quejé y giré mi cuerpo hacia otro lado, huyendo del tacto. Otro toque, ahora en mi trasero, era como si estuvieran pasando una pluma por mi piel.
Mal día para usar vestido.
Con mi mano alejé lo que fuera me estaba tocando y de nuevo estaba cayendo en la oscuridad, amaba dormir. Ambos glúteos fueron apretados con fuerza haciéndome despertar de repente y girarme de forma brusca. Connor Foreman me estaba mirando, su cara era de pura maldad y sus ojos brillaban.
ESTÁS LEYENDO
El Pianista
RomanceSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...