Connor estaba cocinando mientras Paul y yo estábamos sentados en la barra americana, él leía papeles donde había información de los chicos, sus nombres y su talento. A mí me encargo de ver el resto de los vídeos y darle una honesta opinión.
No eran malos, ya había visto el resto de sus covers y otra canción original que tocaron en el concierto que dieron.
—No puedo creer que aun no hayan firmado con ninguna disquera— dije luego de terminar de ver los vídeos.
—Lo sé, pero eso es bueno, nos da la oportunidad de firmarlos a nosotros— Paul respondía sin alzar la vista de los papeles.
Miré a Connor revolver algo en el fogón antes de tomar unas pinzas para darle la vuelta a unos filetes de pollo que estaba haciendo a la plancha. Dio un vistazo a nosotros, me vio mirándolo y me guiño un ojo antes de volver a lo que estaba haciendo, me gustaba la idea de verlo cocinando.
¡Oh bellos dedos que sostienen las pinzas! Pellizquenme a mí y no a ese frío metal, que lindos dedos son, sí señor. Y lo que estuvieron a punto de hacerme a no ser por el intruso. Luego los dejaré terminar su trabajo, sí, eso haré. Sus uñas siempre están limpias y yo no puedo mantener las mías así ¿por qué?... ¿Cómo se verá Connor agarrándome de las caderas y clavándome esos dedos en la piel?
—¿No te parece buena idea?— la mano de Paul estaba en mi hombro, estaba reclamando mi atención.
—¿Qué?— estaba perdida, mi cerebro no había registrado nada de lo que dijo.
—¿Lo de ofrecerles hacer un sencillo? Son nuevos, y creo en ellos, hay potencial, pero como toda banda nueva hay peligros, así que estaría bien empezar con un sencillo, pauta publicitaria, algunos pequeños conciertos. Connor puede comunicarse vía correo electrónico con sus amigos de un programa de televisión para que se puedan presentar— reí un poco ante su uso de correo electrónico en vez de una llamada, se veía que llevaba tiempo rodeando a Connor Foreman, y que lo apreciaba como amigo.
>>Suena como un buen plan ¿no te parece?— analice un momento lo que decía.
Yo no sabía nada sobre estrellas nacientes y sus contratos, ni sus riesgos, no sabía nada del tema, pero si por un momento usaba la lógica, lo que él planteaba tenía sentido, además de que les daba la oportunidad a los chicos de ser reconocidos a un rango más alto que el local.
—Suena como uno bueno, y sonaría mejor si se los comunicaras a ellos— dije deslizándome por el canal de YouTube que había abierto en mi celular —Parece que se vuelven más populares por minuto— abrí un cover de una canción de Imagine Dragons, estaba encantada y solo iban treinta segundos.
>>Deberían contratar a quien sea que les edite los vídeos, es un genio.
—Lo sé, también lo he pensado— comenzó a buscar entre la carpeta que Connor le había dado —¿Foreman, conseguiste ese dato?— alcé la vista para ver a Connor mirándonos.
Se limpió sus hermosas manos con un trapo de cocina mientras caminaba hacía nosotros. Hojeo los papeles antes de sacar uno y entregárselo a Paul. Se paró tras de mí y apoyó su barbilla en mi cabeza, aleje ese contacto solo para mirarlo y ver como él me devolvía la mirada, le sonreí.
Lo que pasó después me marcó, de una forma que no pensé que algo tan tierno pudiera hacerlo. Rozó su nariz con la mía, un beso esquimal, tan lento, tan suave, con tantos significados, con tantas preguntas, extrañamente algo tan Connor, tuve que cuestionarme que tan tierno era ello. Lo que más me sorprendió fue el publico, lo había hecho enfrente de alguien. No era ingenua, claro que todos debían saber o suponer que teníamos sexo, pero no que tan compenetrados eramos, casi se sentía como estar en una relación.

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El Pianista
RomanceSophia Jones es todo lo que no esperarías que fuera, al menos con un pasado como el suyo, es alegre, extrovertida, sarcástica y básicamente nunca se calla. Connor Foreman es todo lo contrario, no habla, trata de no expresar nada y está tratando cons...