Capítulo 21

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-Alassë' undómë (Buenas tardes), quisiera ver a mi esposo.- dijo Luinil que llevaba de la mano a la pequeña Eilinel.

-Está bien, se les escoltará pero sólo podrá verlo a través de los barrotes.- advirtió Vorondil.

Cuando llegaron al pabellón donde se encontraba la celda de Seregon, Eilinel corrió y estiró las manos a través de los barrotes. -¡Ada! (Papá)- dijo.

Seregon se encontraba de pie en la parte más obscura de la celda, vio las pequeñas manos de su hija y se acercó dubitativamente, temía que pudiera hacerle daño. No sabía, hasta qué punto podría llegar aquella maldad... así que se quedó contemplando a su hija.

-¿Man-ie ada? (¿Qué pasa papá?)- preguntó Eilinel al ver la duda en los ojos de su padre.

-Eilinel- dijo Luinil -A tulë sira (Ven aquí).- Luinil cargó a su hija y se quedó mirando a su esposo con cautela. La afable elfa castaña percibió la profunda tristeza, culpa y remordimiento que atormentaban a Seregon.

-Iellig goheno nin. (Hija mía perdóname)- expresó el Capitán sacando su mano por entre los barrotes y tocando una de las mejillas de su hija.

-Atarinya tye-meláne (Padre mío te amo)- respondió la pequeña que pidió bajar al piso y corrió a abrazarse de una de las piernas de su padre, a través de los barrotes. Seregon se agachó y besó la frente de su hija para después reincorporarse.

-Meleth nin, goheno nin, an ngell nîn. (Mi amor, perdóname, por favor).- expresó Seregon mirando a su esposa, Luinil extendió sus manos y limpió las lágrimas de su esposo.

-Conozco tu corazón.- dijo la elfa colocando su mano sobre el pecho del elfo. –No temas, estaré contigo siempre.-

-Deben retirarse.- dijo el guardia que las había acompañado hasta la celda.

-Ada, alae len (Papá, mira es para ti)- Eilinel le entregó un gastado conejito de tela con el que solía dormir. –Es buen compañero, te cuidará.- agregó la pequeña sonriendo inocentemente.

-Hantale veleth nin (Gracias cariño).- dijo Seregon acariciando la cabeza de su hija.

-Luinil sabes que...- intentó señalar el Jefe de la Guardia.

-Estaré allí no importa que. Tye-mélane (Te amo).- expresó Luinil saliendo con su hija de los subterráneos.

-Tye-mélane Luinil (Te amo Luinil).- se despidió el Capitán sentándose en la oscuridad de su celda.

*

-Mi señora ¿qué significa el sonido de las trompetas?- preguntó Ivorwen a Ilmen quien atendía a los enfermos en la salón de sanadores.

-Anuncia la llegada del Rey Thranduil.- respondió la elegante elfa.

-Ivorwen ella es la madre de Lothíriel.- anunció su padre que al verlas conversar, aprovechó la oportunidad para presentarlas y poder agradecer la intervención de su hija.

-Es un honor, su hija nos salvó, muchas gracias.- dijo conmovida la joven del cabello pelirrojo.

-Ciertamente mi señora, su intervención le dio una segunda oportunidad a nuestra gente.- agregó Belthil.

LÓBREGA PRIMAVERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora