Capítulo 16

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-Quédate con nosotros vanimelda (hermosa).Tranquila pronto pasará.- prosiguió el Señor Elrond.

-Instalaré la tienda, cuídela, ella aún debe permanecer en el agua, después la dejaremos descansar... aún no hemos terminado y la tempestad tampoco.- aseguró el elfo de Imladris.

-Iston, hantalë (Lo sé, gracias)- dijo Thranduil dirigiéndose a una parte menos profunda del río con Lothíriel entre sus brazos. El agua penetraba en sus heridas y al salir se llevaba consigo delgados hilillos de sangre y ponzoña que se desvanecían en la corriente.

*

-Consejero recibimos autorización de Aran Thranduil para dar amparo a la gente del Valle.- anunció el elfo de la Guardia Real.

-Está bien, por favor, indiquen a Nimphelos que prepare víveres y ropas; consulten a Ereb para que disponga a los sanadores y al Consejero Lewë para que se decida donde instalarlos.- explicó el Consejero a los elfos que le acompañaban.

Varios de los elfos que observaban la caravana se acercaron y comenzaron a ayudar a las personas...

-Consejero Isilion, le fael (le estoy agradecido).- dijo Belthil acercándose al elfo.

-Belthil, lamento lo que ha pasado con su gente y esperemos coadyuvar para que puedan superar esta situación tan pronto como sea posible.- pronunció el Consejero.

-Si no fuese por su ayuda muchos de nosotros estaríamos muertos ahora... además gracias a la valiente intervención de su hija pudimos escapar de un ataque de orcos, aunque nuestro pueblo fue completamente arrasado.- mencionó acongojado el hombre.

-¿Sabe qué pasó con mi hija?- indagó Isilion inquieto.

-Por desgracia, no. Lo único que sé es que fueron sorprendidos por la horda de orcos mientras evacuaban el pueblo, su hija, la mía y uno de los centinelas. El elfo regresó con mi hija malherida pero de su hija no escuché nada más, lo siento.- explicó el hombre mirando a los elfos que atendían a Ivorwen.

-Gracias por la información, vamos descanse.- pronunció Isilion acercándose al guardia real.

-¿Qué fue lo que sucedió?- cuestionó el Consejero al guardia.

-Una gran emboscada en la frontera norte del Reino, el Rey encabezó la defensa y logramos repelerla. En el camino encontramos la caravana proveniente del pueblo, Aran Thranduil autorizó la entrada de estas personas al Bosque Verde y continuó el viaje rumbo al Valle. Al parecer, un sector de la población se encuentra rezagado por la enfermedad y la tempestad... respecto a su hija no sabemos nada, lo lamento, Consejero.- explicó el guardia.

-Hantalë (Gracias), prosiga con sus tareas.- dijo afligido Isilion.

-¡Ai, ai! (¡Hola, hola!) ¿Puedo ayudar?- curioseó interesada Eilinel quien tiraba de la túnica del Consejero Real.

-¡Á veleth nin! (¡Oh cariño!) ¿Dónde está tu madre?- preguntó Isilion a la pequeña hija de Seregon y Luinil.

-En (Mire allí) quiero ayudar, tengo muchos juguetes...- señaló Eilinel un gran número de pequeñas figuras de animales talladas en madera.

-Amin hiraetha (Lo siento), Consejero ¿hay algo que podamos hacer?- cuestionó Luinil algo apenada por la intrusión de su hija.

LÓBREGA PRIMAVERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora