Capítulo 61

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-Será un año difícil para nuestro pueblo. Aún no es tiempo de cosechar y ya muchos padecen los estragos de la hambruna. La ayuda de Lord Elrond ha sido valiosa pero temo que no será suficiente. Además cada vez tenemos más problemas para encontrar los pequeños frutos del bosque...- se lamentó Lothíriel mientras recogía un par de moras y las colocaba en un saco.

Nimphelos, la gobernanta del palacio, y ahora dama de compañía de la futura reina del Bosque Verde, la observó. –Sí, ha sido complicado pero estoy segura que lo superaremos. El pueblo coopera y entiende la situación.- comentó sin dejar de estudiar a la elfa que veía el bosque en todas direcciones.

-Anwa (Cierto)- dijo sin prestar demasiada atención.

-¿Mi Lady nan mara (está bien)?- preguntó Nenthil, el elfo de su guardia.

-¿Massë nalyë Aran Thranduil? (¿Dónde está el Rey Thranduil?)- preguntó, mirando a sus guardias y a su dama.

-En el campo de entrenamiento Mi Lady.- respondió Giliath.

Lothíriel salió corriendo en dirección a los campos de entrenamiento seguida por los elfos y la elfa.

-Mi Lady espere por favor.- sugirió Nimphelos, corriendo detrás de la noldorin a la cual le resultaba difícil seguirle el paso.

Cuando estuvo próxima al campo de entrenamiento se encontró con parte de la Guardia Real que la observaron un tanto sorprendidos por la tempestuosa forma de llegar.

-¿Mi Lady se encuentra bien, pasa algo?- indagó un elfo alto de larga cabellera castaña y expresivos ojos verdes.

-¡Á únat! (¡Oh nada!) Necesito ver al rey.- mencionó buscando entre los elfos.

-Aran Thranduil ha pedido no ser interrumpido...- mencionó el elfo.

-Dígame ¿dónde está?- insistió la noldorin.

-Sígame, por favor.- dijo Nenthil, sabiendo el lugar donde estaba exactamente el monarca.

Lothíriel y sus acompañantes desfilaron entre los numerosos soldados que se encontraban perfeccionando su arte guerrera. Así como un numeroso grupo de jóvenes novatos que recibían instrucción de los guerreros y estrategas más experimentados. Sus guardias saludaban respetuosamente a los maestros y a antiguos compañeros. Finalmente arribaron a una especie de arena con varios escenarios, es decir, agua, lodo, árboles, campo abierto, entre otros. Contaba con obstáculos de todo tipo, caballos, trampas, y un sin número de armas.

-Estoy seguro que Aran Thranduil está aquí, ahora sólo debemos esperar a que aparezca.- comentó Nenthil escudriñando el campo.

-Lo siento no puedo esperar. Iré a buscarlo.- expresó Lothíriel adentrándose en el área de entrenamiento.

-¡Mi lady daro, an ngell nîn! (¡Mi lady espere, por favor!)- demandó Giliath con preocupación, ya que, el sitio podía ser peligroso; sobre todo si los que estaban entrenando no tenían conocimiento de que alguien más estaba cerca.

-Tranquilo, seré cuidadosa.- señaló la noldorin con determinación, tomando una de las espadas que estaba sobre el césped.

-Mi lady...- dijo el guerrero, siguiendo de cerca a Lothíriel. No había rastro de los elfos que entrenaban allí sólo los sonidos de los alrededores se colaban en aquella parte del campo. La elfa tuvo cuidado con sus pisadas y movimientos, no quería activar alguna trampa o herirse inútilmente.

LÓBREGA PRIMAVERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora