La sangre escurría por su frente y le empañaba la vista, su cuerpo estaba adolorido, el cansancio iba haciendo mella. Además la insondable malignidad iba drenándole la energía vital. Aquellos espectros lo atacaban con ferocidad, y esa voz que resonaba en su cabeza le aturdía los sentidos y confundía su mente. Los había cortado innumerables ocasiones y las mismas habían vuelto a levantarse. Sabía que debía ser en extremo cuidadoso y evitar ser herido directamente por aquellos servidores de Sauron, pues podría ser emponzoñado por el hálito negro.
En aquél instante, las sombras habían desaparecido, una vez más Thranduil sintió un viento helado levantar la hojarasca, se quedó quieto, bajó la mirada, sintió a alguien acercarse poco a poco a su espalda.
-Thranduil ionneg (Thranduil mi hijo)- escuchó la voz de su padre, su corazón dio un vuelco; la mano derecha, con la que sujetaba su espada, comenzó a temblar. -Nin gwerianneg, ¿man agorel? (Me traicionaste, ¿qué hiciste?) Prometiste proteger el reino, pero has fallado. Me avergüenzo, crie un hijo para que fuera capaz de combatir a la oscuridad y defender a los suyos, pero sólo eres una burla para nuestra familia y para nuestro pueblo.
Thranduil estaba atónito, no deseaba verlo, quería que se callara, que volviera a las Estancias de Mandos. Ira, impotencia y tristeza se apoderaban poco a poco del poco autocontrol que aún poseía, acomodó nuevamente la espada entre sus dedos, limpió la sangre de su rostro con el antebrazo. -¡Mírate! ¿Y te dices el Rey del Bosque Verde?, ¿tanta era tu ambición por quedarte con el trono que me mataste y dejaste morir a tu madre? Tus manos están manchadas con sangre, la sangre de los tuyos; y ahora te enlazarás con la descendiente de los asesinos de hermanos. ¿En qué te convierte entonces?- dijo la profunda voz de su padre.
Thranduil temblaba de pies a cabeza, su respiración era rápida, sus ojos estaban oscurecidos. De pronto, alzó el rostro, giró y encaró al Rey Oropher. El Rey Sinda le sostuvo la mirada por algunos segundos, después volvió a bajar el rostro, se sintió vacío y las fuerzas le abandonaban. –Hubiera preferido que tú estuvieras muerto en lugar de tu madre...- la afilada hoja de la espada cortó la cabeza de Oropher, se escuchó un chillido tan agudo que Thranduil tuvo que cubrir sus orejas puntiagudas. De aquél cadáver una sustancia negra y viscosa como lava empezó a empapar la tierra, llegó a las botas del monarca, las cuales comenzaron a humear, se retiró profundamente mareado, la visión borrosa, el sudor frío recorría su espalda, sus pulmones quemaban y su respiración se hacía dificultosa.
*
Una preciosa elfa de largos y ondulados cabellos dorados, piel de blanco mármol, ojos azules, finos labios rosados y con amable expresión en su rostro; leía animadamente una historia para su pequeño hijo, quien se encontraba sentado sobre su cama cubierto por algunas mantas. El pequeño tenía sus expresivos ojos claros puestos en el ventanal, desde el cual podía observar el vasto Bosque Verde. El elfo rubio de apenas unos tres años de edad, no prestaba demasiada atención a lo que su madre leía, su mente estaba ocupada por un pensamiento angustiante que no lograba comprender.
La Reina Amanthil notó la preocupación de su hijo, cerró el grueso libro, lo colocó sobre la mesa a un lado de la cama. Se acercó a Thranduil, quien aún seguía mirando las copas de los árboles y apretaba con sus pequeñas manos las mantas que lo cubrían. –Veleth nin ¿man-ie? (Cariño ¿qué pasa?)- preguntó la elfa sentándose a un lado de su hijo.
Éste la miró por unos segundos para después observarse las manos. –Nana (Mamá) yo no quiero ser rey...- manifestó el pequeño elfo casi en un susurro.
![](https://img.wattpad.com/cover/84010350-288-k519280.jpg)
ESTÁS LEYENDO
LÓBREGA PRIMAVERA
FanfictionPorque aún de la más infranqueable oscuridad obtenemos algo. Relato inspirado en las obras del Profesor J.R.R. Tolkien. Agradezco a EAMANENUMENESSE por el diseño de la portada para esta historia.