Jugando con tus normas © #1

#08

NICHOLAS.

Apenas había llegado a la casa y Darek me había llamado. El es otro trabajador de Leigthon; es su matón. Yo hace tiempo he dejado de ocupar armas obvio que si es necesario la ocupare para defenderme, desde que sucedió eso aquel día no quiero volver hacerlo. Se que olvidar es parte de dejar el pasado atrás pero no puedo, se que algún día superaré todo.

El punto es que el idiota mató a uno de los hombre de JK, nos está jodiendo, es lo primero que le advertimos con Leigthon. Ahora en el lío que nos metimos nadie nos podrá sacar.

—Quiero que me cuentes con lujos y detalles porqué mierda lo mataste —dije entre dientes.

—Yo estaba en el club charlando con Max y veo que viene un grupo de tres hombres, comenzaron a interrogarme, sabes que no me gusta que lo hagan, ¿acaso eran los reyes del mundo para darle información mía? Que no jodan. Hay fue cuando comenzaron a sacar sus armas, todo fue tan rápido que uno le disparó a Max en la rodilla y él cayó al suelo, los peones de Max también comenzaron atacar y yo no me iba a quedar de brazos cruzados esperando que me mataran si que le dispare en la cabeza al mismo que le disparó a Max. Ellos se fueron gritando que JK nos iba a cagar la vida a todos por matar a su mejor hombre. Hay supe que eran los hombre de ese idiota, ¿que haremos ahora? —pregunta.

—Preguntatelo tú idiota —suspire frustrado. —vamos donde Halderson para hablar sobre el puto tema. Tenemos que estar preparados para todo.

El asiente en silencio. Lo dejo subir a mi auto y manejo sin quitar la mirada de la autopista. Todo este asunto me estaba cabreando, quiero tener mi puta vida tranquila, sólo quiero terminar mi carrera y salir de este puto problema que me he metido. No quiero trabajar más con Leigthon, cada vez que quiero salir viene otro puto problema mayor y se me hace más difícil dejar todo.

Entramos al club hasta que llegó a la oficina de Leigthon sin golpear, el estaba jugueteando con una chica que la tenía en su regazo.

—¿mi puerta está pintada o que? No ven que estoy ocupado —gruñe.

—Es urgente. Puedes dejar tus satisfacciones sexuales para más tarde —suspire.

—Cariño, te llamó cuando me desocupe —le dice a la chica. Ella se levanta y el golpea su trasero. —; es un ángel.

—Nada mal —escuchó a Darek.

—Ya, ¿a que se debe esta repentina visita? —interroga Leigthon.

—Estamos metidos en un lío groso. Los hombres de JK han atacado a Darek y el no tuvo otra opción que defenderse, estaba con la cabeza metida en el trasero, no pensó que mató a uno de los hombre de JK —hice una mueca.

Leigthon comienza a golpear el mesón y gritar groserías. Quería golpear a Darek pero yo se lo impido. Es que igual me pongo en los zapatos de él, si le hubieran disparado a uno de mis amigos también reaccionaría de es forma y más cuando comienzan a disparar. Tenía derecho de defenderse.