#34

11.6K 620 62
                                    

NICHOLAS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NICHOLAS.

—¡¿En que estabas pensando cuando saliste de noche en un lugar que no conoces!?

—No quiero escuchar tus sermones ahora, ¿vale? Si quieres mañana vas a la casa, estaré más tranquila y podré escucharte.

—No se trata de escucharme o no, se trata de que sabías que no podías salir sola, ¿se te olvida que te quieren matar? —cada vez aceleró más la velocidad del auto.

—Baja la velocidad —dice entre dientes, se tapa la frente con su mano tratando de calmarse.

—No te metas, yo si quiero aumento la velocidad no vengas a darme órdenes que eres la menos indicada para hacerlo —eleve mi tono de voz.

Estaba preocupado por ella. Me había asustado demasiado cuando me había llamado y no contestaba, sentir como sollozaba me había vuelto loco. Mi corazón se había acelerado cuando la vi en esas condiciones, tenía su mejilla herida con algunas gotas de sangre y su blusa destruida. Tuve que contenerme al no golpear frente de sus ojos al idiota de Monte.

—¡Cuidado! —grita Hannah.

A tiempo impulsó mi pie en el freno, el auto pierde el control dejándonos ir a la dirección de un bosque, alcanzó frenar antes de que chocaramos con un árbol.

Veo que Hannah no estaba con cinturón y había golpeado su cabeza en vidrio delantero. La hago reaccionar a tiempo, asustada abre sus ojos y lo primero que hace es golpearme con fuerza.

—¡Eres un idiota. Pudimos haber muerto!

—¡No pasaría nada de esto si no hubieras salido de tu casa! —grité más fuerte que ella.

En todo el camino fuimos en silencio tratando de no insultarnos (algo imposible) ya que Hannah murmuraba insultos todo el tiempo y yo no me quedaba de brazos cruzados si que le respondía.

Cuando llegamos ella sale del auto cerrando la puerta con fuerza.

—¡Se te quedo la puerta junta! —grité antes de que entrara al gran edificio. Ella me muestra su dedo corazón.

¡En cualquier día terminaré con canas de colores! Esta chica si que me tiene estresado.

Tranquilo vuelvo a retomar mi trabajo. Tenía mi última entrega de hoy, ya hubiera terminado si Hannah no interrumpiera llamandome, perdí mucho tiempo.

El joven que tenía mi misma edad espera que salga de el auto, paciente espero que saqué su dinero antes de entregarle la droga sin darme cuenta él tenía su arma en mi cabeza exigiendo que me arrodillara. Sin entender comienzo hacerle saco esperando su distracción para atacar.

—Así que eres duro de matar —pronuncia divertido.

—Que comes que adivinas —sonrió vacilante.

Jugando con tus normas © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora