UNA SEMANA DESPUÉS.
HANNAH.
Había pasado mucho tiempo que no sonreía como lo estaba haciendo ahora mismo en el espejo, pensando en Nicholas, en estos días ha estado en mi cabeza a cada momento. En esta semana todo ha estado fluyendo bien, nuestra relación secreta ha sido muy discreta y no ha levantado ninguna sospecha que los demás pensarán que somos más que enemigos. Seguimos tratandonos como siempre delante de los demás. Si seguimos de la misma forma todo resultará bien. Me gustaría poder tener una relación estable con el, que todos vean que ese chico rudo y amargado también tiene un lado tierno, ¡Que locura! Miento. Nicholas es Nicholas, no tiene un lado tierno que me haga suspirar, me quiere a su manera, loca pero linda. Rara vez es cariño y vaya que tiene que estar de muy buen humor para ser un amor con todos, como no lo es, espero que en un futuro lo sea más seguido.
Salí de mi trance, seguí maquilladome, mejor dicho terminar de hacerlo. Busque en mi escuche un labial que viniera con mi vestimenta y mi cabello, un rojizo oscuro me vendría de maravilla. Acomodo mi chaqueta de cuero, desordeno mi cabello para darle un toque casual. Vuelvo al baño. Esta vez ruedo los ojos al ver la hoja de amenaza que pensé haber quemado, si Nicholas la ve me mata. No quiero preocuparlo con mi drama, se que tengo que decirle pero espero el momento adecuado. Por mientras no me separare de los chicos ni de él, mantendré precaución y estaré más atenta. En total es mi vida, tengo que aprender a cuidarme yo sola, no todo el tiempo todos los chicos tienen que estar para mi.
—¿Lista? —pregunta Darell.
Levanté mi vista, oculte la hoja en la parte trasera de mi pantalón y asentí con la cabeza.
—Sí, vamos antes de que lleguemos tarde —aclaré mi garganta.
Menos mal que no preguntó por el papel. El asunto de Emily lo tiene distraído, no lo demuestra pero se que después de lo que sucedió ese día en no a tocado ninguna palabra con la chica. Sigue su vida, nadie le ha hecho comentarios sobre su sexualidad, todos respetamos eso. Darell está feliz porque nadie lo atacó pero también triste por qué no fue él quien contó sobre su sexualidad. Yo igual estaría enojada si alguien dice algo cuando yo tenía que hacerlo, más si es un secreto delicado.
—Me sorprende que quisieras venir a verlo. Su relación es rara, a veces están estables y otras veces se odian mutuamente —comenta Darell.
—Ya sabes. Nicholas es Nicholas, yo soy yo. Fin de la historia —sonreí nerviosa.
—Tienes razón. En un momento los imaginé a ustedes dos como pareja, ¡Que locura! Espero que no me pegues después de haber dicho eso.
—Tus palabras me provocaron cáncer. Mejor bajemonos porque los chicos ahí vienen —apunte el lugar donde venían caminando.
—Uf, viene ese estúpida de Emily —rueda los ojos.
—Ten buena disposición. Deberían hablar para aclarar todo, digo, que ella te de explicaciones porque hizo eso.
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Jugando con tus normas © #1
Action#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay vuelta atrás, cada palabra es como cien cuchillazos en un segundo. Su mirada oscura te hace dudar en...