HANNAH.
Cuando Nicholas se fue pude salir de mi escondite, me tomó por sorpresa ver a todos mirandome, la mayoría confundidos. Rae me toma del brazo para sacarme de la puerta.
—¡¿Como pudiste?! —grita como histérica. —Nunca pensé eso de ti, espero de todo menos eso. Te conté cuánto lo quería, como estoy encabronada con el, ¿Que hiciste tu?, ¿Ya te lo tiraste? De seguro. Eres una... Una falsa. Las amigas no se hacen eso. Una vez te pregunté si tenías algo con y me confirmaste que no, ¡Eres una mentirosa! Sin vergüenza. Apuesto que estas disfrutando todo esto.
—Rae, nunca quise hacerte daño, no mal pienses las cosas, con Nicholas no pasó nada, tampoco pasará.
—Obviamente no. Ya lo mandaste a la mierda porque fuiste descubierta, ¿Seguirás con tus mentiras? Hacete mujer y admite que tenías algo con Nicholas. Ayer los vi besándose, ¿Y sabes como me sentí? No, no lo sabes por qué eres tan egoísta que sólo piensas en ti. En total puedes tener a cualquier hombre rendido a tus pies.
—¡Basta! No es mi culpa que estés así de la nada. Tu misma fuiste testigo de que todo con Nicholas acabo. Te dejo el camino libre —Me crucé de brazos.
—¿Qué crees que soy?, ¿Que llegó y olvidó? No puedo creer que seas tan perra y si una perra. No tienes vergüenza alguna, menos arrepentimiento.
—¡Si lo fuera es mi problema. Deja de humillarme delante de todos porqué no eres lo suficiente mujer para llegar al nivel de Nicholas! —cuando termine la frase Rae golpeó mi mejilla con fuerza. Sus lágrimas caían y apretaba la mandíbula.
Había tocado fondo. Hablé sin pensar y destrui sus ilusiones, como puedo ser tan miserable. Me merezco esa cachetada.
—Lo siento Rae, no quise decir eso...
—¡Ya lo dijiste! Y tienes razón. Nadie va a querer a una chica como yo, ¡Mírame! Doy asco a tu lado. Fui una estúpida al pensar que Nicholas quería algo conmigo.
—No digas eso. Eres una gran chica... —nuevamente fui interrumpida.
—No eres tan mala como las persona dicen, eres mucho, mucho peor. Adiós Hannah —Se da la vuelta y desaparece del lugar. Quise seguirla pero Kitten me toma del brazo.
—Ya hiciste suficiente con tus palabras. Es mejor que no la molestes más. Iré con ella para apoyarla. Hannah, pensé que eras una buena chica pero eres el vivo retrato de Nicholas —recalca sus palabras.
—No puedo creerlo. Siempre confíe contigo en las buenas y malas, ¿Y tú? Es mi hermano, tu eres como mi hermana, mejor amiga, eres todo para mí. Te conté todos los secretos, sabes que siempre te aconsejo de la forma más sincera para ayudarte. Kitten tiene razón, estás igual que Nicholas —dice Emily.
—¡Hey! Nicholas es mi amigo y no es un monstruo. No entiendo como las mujeres son tan dramáticas. Hannah es mejor que ignores a las chicas, ya se les pasará el enojo. Nadie es quién para elegir a quién gustarle, lo que surgió con Nicholas nadie lo programó, pasó y ninguno de los dos tiene la culpa —me anima Jake.
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Jugando con tus normas © #1
Action#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay vuelta atrás, cada palabra es como cien cuchillazos en un segundo. Su mirada oscura te hace dudar en...