NICHOLAS.
Aspiró el rico aroma de vainilla, se me hace familiar, abrí los ojos encontrándome con la rojiza melena de Hannah. El beso, la charla, nuestros cuerpos juntos. Sonrió al recordarlo.
Esbozó una sonrisa. Beso la frente de Hannah. Me senté en el borde de la cama, me pongo las zapatillas, dejó a la chica bien arropada entre las frazadas, ella se abraza a sí misma. Me voy a cocina, antes de irme me sirvo un vaso de agua. Ya listo desaparezco del lugar con todas mis hormonas revolucionadas, ¿Que está pasando conmigo?
Tome aire concentrado en la carretera. Hannah ha estado ocupando gran parte a mi cabeza, no dejo de pensar en su perfecta cara, sus ojos, ¿que tiene?, ¿que es lo que me está volviendo loco de ella? No entiendo. Debería odiarla, no quererla a mi lado, ¿en que momento todo esto dio un giro radical?, ¿en que momento deje que ocupará gran parte de mi cabeza una chica? Esto está pasando muy rápido. Debería llegar a casa a ducharme, son las siete de la mañana, muy temprano, las calles vacías como día domingo.
Pensándolo bien. No estuvo tan mal quedarme con Hannah, me gustó, ¿En qué momento deje que tocara mis tatuajes? Me agradó sentir sus manos suaves pasar las zonas de mi cuerpo con tinta, esos delgados dedos que estemecieron mi cuerpo, que decir del besó, ¿También me gustó? No, sólo fue un beso de labios. No significó nada. Freno bruscamente.
¿Que pasa?, ¿Me estoy volviendo loco? Debo sacarme a la pelirroja de la cabeza, una ducha, dormir, eso sí. Eso me hará entrar en la realidad. Pienso tanto en Hannah que se me olvida todo lo que tengo que hacer hoy.
Vuelvo a retomar la velocidad junto con mi concentración. Aparco mi auto atrás del auto de Emily. Saco mis llaves, la casa se mantiene en silencio, mi habitación fría. Tome la toalla y me metí en la ducha. Aumente la presión del grifo, la agua caliente comienza a ser satisfactoria, aumentó la fuerza del agua, cierro los ojos, el ruido del agua me deja en otro mundo; en el mundo de mis pensamientos. La agua caliente quema mi espalda, cada vez más. Cierro el grifo. Me saco con la toalla satisfecho, esto me relajo y ahora podré dormir sin pensar en ella.
Seco mi cabello, salgo en boxers, me tiro en la cama, entre sábanas heladas, si me hubiera quedado un rato más estaría calentito junto el cuerpo de... ¡basta Nicholas! Cierro mis ojos con fuerza, tomó una gran cantidad de aire y trató de reconciliar el sueño, bostezo varias veces hasta que me rindo.
***
—Nicholas, siento venir a despertarte pero sabes donde pueden estar mis botines.Abrí mis ojos malhumorado al instante me tape con los brazos.
—No, nose, ¿que hora es?
—Las tres de la tarde, ¿Por qué?
—¡Mierda! —grité dando un salto en la cama. —Tengo cosas que hacer así que puedes irte de mi habitación, ¡Ahora!
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Jugando con tus normas © #1
Action#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay vuelta atrás, cada palabra es como cien cuchillazos en un segundo. Su mirada oscura te hace dudar en...