HANNAH.
Después de estar aguantando a Darell que aceptará la propuesta de Nicholas toda la tarde entendí que él quiere privacidad con su nuevo novio. En este momento me siento impotente porque todos toman decisiones por mi, primero la rápida propuesta de noviazgo y ahora vivir con él. No negaré que me gustaría despertar cada mañana en sus brazos pero es muy luego. Es una decisión muy rápida y eso trate de explicarle a Darell, lo único que me decía es que aprovechará esta oportunidad, en especial si Nicholas me lo pide cuando nunca ha querido tener nadie a su lado.
—Ya querido amigo, prestarme tu auto para ir donde Nicholas.
—¿Irás a decirle que aceptaras vivir con el? —sus ojos brillan de felicidad.
—No me queda de otra si con tu mirada me suplicas que quieres vivir sólo. Te jodi por meses y es hora de joderle la vida a Nicholas.
—¿Sabes que te amo mucho? —deposita besos en mi cara.
—No me chantajes, ya capte que quieres tener privacidad con tu nuevo novio. Tener mucho, mucho sexo duro.
—No te hagas la tonta, también quieres tener privacidad con Nicholas para tener mucho sexo —comenta burlón. Le arrebató las llaves del auto de sus manos.
—Mejor me voy antes de escuchar tus morbosas palabras. Cuando llegue te cuento como me fue, si es que llegó, ¿eh?
—Estaré en mi habitación y por nada del mundo entras sin avisar. Nadie sabe con qué sorpresa te podrás encontrar.
—Gracias por avisar, es agradece mucho —ironizó.
Veo como entra al gran edificio, subo al auto y manejó, veo la camioneta negra, ignoró que puede estar siguiendome, debo dejar de delirar que todos me siguen, tenía razón, la camioneta desapareció unas cuadras atrás al llegar al departamento de Nicholas. Embobada me bajo del auto, ¿Cómo será vivir con Nicholas? Me imagino todo, los desayunos en las mañanas, compartir ducha juntos. Pensarlo es como si fuera una fantasía de película, todo tan perfecto que no me lo creo. Observó el auto negro que siempre me sigue, Nicholas me había explicado que eran los guardaespaldas que contrató para que me protegieran, cuando me lo dijo me enoje demasiado que no le hablé durante un día, después me acostumbré a ellos, sacándole el lado bueno puedo sentirme más segura cuando salgo y Nicholas no se preocupara cuando salgo sin avisarle a nadie. Ese día le propuse a Nicholas que si se aleja de ese mundo aceptaría tener esos hombres de negro siguiendome en auto a todos lados. Promesa es promesa. Cuando llegó donde estaba el conserje el me observa embobado, le regaló una dulce sonrisa.
—Le podría pedir un gran favor —profundizó mi mirada en sus ojos.
—Dígame señorita.
—Quiero darle una sorpresa a Nicholas. No le avise que subí por favor —suplicó con la mirada.
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Jugando con tus normas © #1
Action#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay vuelta atrás, cada palabra es como cien cuchillazos en un segundo. Su mirada oscura te hace dudar en...