Después de tomar algunos tragos pase a todas las personas que me impedían llegar al sofá cuando puedo llegar a él estaba ocupado por varias personas y una de ella era Nicholas.
—Te ves aburrido —me burló. El levanta la mirada de su vaso.
—También tú.
—Bailemos —suelto.
—Deberías hacerlo con tu novio, podría ponerse celoso.
—¡No seas aguafiestas! Darell no se pondrá celoso por sólo un baile —lo animo.
—Está bien vamos.
Tomó su mano y lo guió a un lugar donde podamos bailar acompañado con el término de Burn de Ellie Goulding. Bailamos a una distancia prudente moviéndonos al ritmo de la música.
Ahora era una canción de 50 cent; candy shop.
—I'll take you to the candy shop, i'll let you lick the lollypop, go ahead girl and don't you stop keep going till you hit the spot, whoa! —canta él en voz baja.
—I'll take you to the candy shop. Boy one taste of what I got, I'll have you spending all you got keep going till you hit the spot, WHOA! —cante la parte de Olivia acercándome a su cuerpo sin dejar de mover mis caderas.
Nuestros cuerpo estaba tan cerca, él toma mi cadera pegandola más a la suya, me doy vuelta para darle la espalda y volverme tratando de que la tensión sea más que la de antes. Poco a poco su erección comenzó a sentirse, trate de conservar la calma sin dejar de moverme. Me doy nuevamente vuelta para observar su rostro.
Su mirada tan cerca como la de sus labios con los míos. Nuestras respiraciones chocaban y en un momento todo se detiene, estábamos sólo los dos con el alcohol corriendo por nuestras venas. El ambiente tenso. Tomó aire y reaccionó a la realidad.
—Tengo que ir al baño —pronunció con el calor ascendiendo en oleadas por la garganta. Estaba tan nerviosa que hasta mi voz podía estar temblando.
—Okey —dijo vacilante. El estaba calmado o sólo trata de disimular que lo estaba.
¡Dios! Si no reaccionó pudimos habernos besado, ¿Pero en qué estaba pensando en ese momento?, ¿Acaso quería besarlo? Menuda tontería.
Camino en dirección al baño, estaba ocupado si que sacó la llave que tenía de mi habitación del masetero que estaba justo en la puerta, por suerte nadie me vio sí que entró en ella cerrando con pestillo.
Aún con el alcohol recorriendo por mi cuerpo me observó en el espejo varios minutos sin saber que decirle a mi misma por los sucedido.
Sólo fue un baile, un simple baile, ¿acaso nunca he bailado con hombre de esa forma? Si lo has hecho muchas veces si que no es nada de otro mundo, cálmate Hannah —habla mi subconsciente.
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Jugando con tus normas © #1
Action#1 libro. Ten cuidado al cruzarte en el camino de Nicholas Anderson. Nisiquiera pienses en dirigirle la palabra por que cuando abre su boca no hay vuelta atrás, cada palabra es como cien cuchillazos en un segundo. Su mirada oscura te hace dudar en...