"Clamé: «¡Me resbalo!», pero tu amor inagotable, oh Señor, me sostuvo. Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría."
Salmos 94:18-19 NTVUna noche soñé que caminaba a lo largo de una playa acompañado de Dios. Durante la caminata, muchas escenas de mi vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo. Según iba pasando cada una de esas escenas, notaba que unas huellas se formaban en la arena. A veces aparecían dos pares de huellas, otras solamente aparecía un par de ellas. Esto me preocupó bastante porque pude notar que durante las escenas que reflejaban etapas tristes de mi vida, cuando me hallaba sufriendo angustias, penas y derrotas, solamente podía ver un par de huellas.
Entonces le dije a Dios: “Señor, Tú me prometiste que si te seguía, Tú caminarías siempre a mi lado. Sin embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida sólo había un par de huellas en la arena. ¿Por qué cuando más te necesitaba no estuviste caminando a mi lado?"
El Señor me respondió: "Las veces que has visto sólo un par de huellas en la arena, hijo(a) mío(a), ha sido porque te he llevado en mis brazos."Son esos días tristes y noches solitarias, en los cuales Dios quiere enseñarnos algo más acerca de Su amor y de nosotros mismos. Tiempos en los cuales nuestra fe es fortalecida si esperamos pacientemente y confiamos en el deseo del corazón de Dios.
Si en algún momento llegamos a pensar que Él se olvidó de nosotros y estamos peleando solos alguna batalla, leamos su Palabra y grabemos, no solo en nuestras mentes sino también en nuestros corazones, Sus promesas; pues nadie más que Él quiere nuestro bienestar y felicidad.
Dios no nos prometió que no tendríamos aflicciones, lo que Él prometió fue estar con nosotros siempre y darnos nuevas fuerzas cada día para enfrentar los desafíos que nos depara esta vida.
Tengamos presente que ninguna circunstancia puede hacernos olvidar que Dios es bueno.
"Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida."
Salmos 119:50 NVIPor: Brisna Bustamante S.
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Amor, Fuego y Poder
Spiritual¿Estás comenzando tu caminar con Cristo, y no sabes qué hacer? ¿Buscas un tiempo devocional o buscas que Dios te hable? Pues, ¡bienvenido! Llénate del amor, fuego y poder de Dios. Y permite que Él transforme tu vida a diario.