132. ¿Imposible?

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Durante una visita al circo se pudo observar a un elefante. En la función, la enorme bestia hacía despliegues de peso, tamaño y fuerza descomunal, pero después de su actuación y, hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solemnemente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo, la cual sólo era un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, era obvio que ese animal era capaz de arrancar un árbol del suelo con su fuerza y con facilidad arrancaría la estaca y podría huir.

La pregunta era ¿Por qué no huye? Un hombre dijo, no escapa porque está amaestrado y, entonces, si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?

Con el tiempo y la experiencia, se pudo descubrir que el elefante del circo no escapaba porque estuvo atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño; el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez.

Y así es; todos tenemos un poco de este elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que hay demasiadas tareas "no podemos realizar", simplemente porque alguna vez, cuando éramos chiquitos, probamos y no pudimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, grabamos en nuestro recuerdo: NO PUEDO... NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ. 

¿Pero cuál es la diferencia ahora?
Que Dios a través de Su hijo te dio la libertad y quitó la venda de tus ojos, para que puedas ver lo que puedes hacer con Su ayuda. Dios te da las fuerzas para tirar y romper cualquier estaca. Escapa, quítatela y declara:

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13 RVR1960

Deja atrás los fracasos, los tropiezos y comienza de nuevo, que si tienes hoy un día más de vida es porque aún existe la oportunidad para lograr lo que sueñas, lo que Dios te mandó hacer y lo que para otras personas es imposible. Hoy te digo que hagas todo lo posible, que de lo imposible se encargará Dios, y lo lograrás.

La única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo tu corazón, tu fe y la fuerza de Su amor.

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
S. Marcos 9:23 RVR1960

Por: Telma Céspedes.

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