43. ¿Por qué tienes miedo?

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De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que Él existe y que Él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.
Hebreos 11:6 NTV

Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos al otro lado del lago”. Así que dejaron a las multitudes y partieron.

Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraron en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron gritando: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”

Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: “¡Silencio! ¡Cálmense!”. De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: “¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?”.

Los discípulos estaban completamente aterrados, “¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros— que ¡hasta el viento y las olas lo obedecen!

De este relato de la biblia podemos aprender dos cosas muy importantes:

✓La primera, es que Dios les dijo, “Crucemos al otro lado del lago”, no les dijo “Crucen”. Cuando pasemos un momento difícil en nuestras vidas o cuando Dios nos pida que hagamos algo, recordemos que Él estará con nosotros, que en ningún momento nos dejará ni desamparará y que Su gracia nos protegerá de todo mal.

✓La segunda, es que a pesar de que veamos que las cosas siguen igual o posiblemente empeoran, no dudemos de lo poderoso que es Dios y que una palabra suya es suficiente para cambiar nuestras circunstancias. Incluso, si en algún momento no llegamos a sentir Su presencia o que actúa a nuestro favor, no perdamos la calma, la fe ni la confianza en Él, porque en el momento exacto nos ayudará y mostrará la salida a cualquier problema que estemos enfrentando. No permitirá que nada malo nos suceda, porque Él solo quiere lo mejor para cada uno de nosotros.

Este día volvamos a creer en Él y en todo lo que es capaz de hacer.

Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el Señor tu Dios. Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.”
Isaías 41:13 NTV

Por: Brisna Bustamante S.

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