153. ¡Más que suficiente!

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Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros.
Efesios 3:20 NTV

Una niña tenía que pedirle a su padre lo que deseaba pero, por susceptibilidad a la negación de él, no lo hacía. Un día ella vio sus zapatos, éstos ya estaban rotos por la punta; se puso a pensar qué haría, cómo podría hablar con su padre, qué respuesta recibiría, un sí o un no.

Su padre había notado que su pequeña necesitaba cambiar de zapatos, y esperó a que ella se acercara y se lo pidiera. Como la niña tenía miedo pedir, su papá decidió ayudarla y le dijo: Hija, iremos de compras con tu madre, ¿necesitas algo?

Ella respondió titubeando: Este…este…estaba pensando que si podía cambiar de zapatos, pues los que llevo ya están un poco gastados.

Dijo su padre: Hmm… ¿Un poco gastados?, entonces creo que no lo necesitas en verdad. Y se dispuso a salir de su habitación.

Entonces la niña reaccionó y dijo: Papá en verdad los necesito, mis zapatos están rotos y me lastiman mucho cuando voy a la escuela, además que mis amigas se burlan.

A lo que su padre respondió: Hija, que bueno que me hayas dicho las cosas como son, porque yo quiero comprarte zapatos nuevos.

Cuando sus padres regresaron de hacer las compras, ella salió a recibirlos y pudo ver que le compraron los zapatos y, además, ropa; fue más de lo que había pedido.

Cuantas veces le hemos puesto límites a Dios, al igual que la niña, con el pretexto de que “no es tan importante” o “solamente te pido que”; dudamos, como si Dios no pudiese darnos abundantemente para Su gloria.

Debemos ser osados para pedir, pero confiar que Él lo hará a Su manera, en Su tiempo y sabiendo que está dentro de Sus estatutos.

El Señor quiere nuestro bienestar interior y exterior, que seamos valientes en dar pasos de fe y que nos conduzcamos bajo Sus indicaciones.

Hoy atrévete a hablar con Dios con la seguridad de que te está oyendo y va a suplir tus necesidades y mucho más.

Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.
Filipenses 4:19 NTV

Por: Soraida Fuentes.

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