|Especial| 126. Piensa en todo lo puro.

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Serie: Piensa en Cristo.

La palabra original «puro» es «jagnotes», y esta palabra define o describe lo que moralmente no está contaminado. Pero cuando se refiere a los sacrificios describe lo que se ha purificado hasta dejarlo apto para ser presentado ante Dios y usado en Ssu reino, para Su servicio, y para gloria Suya.

Este mundo está lleno de cosas inmundas, desarrapadas, sucias y obscenas. Muchas personas tienen la mente en tal mal estado, que ensucian todo lo que piensan. La mente del cristiano se concentra en lo que es puro; sus pensamientos son tan limpios que pueden resistir el escrutinio de Dios.

La palabra «puro», también describe a la persona que se aparta de las más bajas y ligeras sombras del mal, o de la más insignificante corrupción o iniquidad; también describe la castidad de pensamientos o acciones que implican al cuerpo físico. 

El concepto de pureza en el Antiguo Testamento posee un sentido figurado y se aplica al pecado, la inmundicia y la idolatría. En el Nuevo Testamento la idea de pureza es limpieza, y se eleva a lo moral y espiritual. Llegando a ser el estado del corazón el de completa devoción a Dios, sin otros intereses, sin mezcla de motivos ni hipocresías. Así que, pureza es, espíritu de renuncia y de obediencia que sujeta todo pensamiento y acción al Señorío de Jesucristo.

En cuanto a la pureza, ¿qué espera Dios de los creyentes? Que nos conservemos puros, que purifiquemos nuestros corazones de mala conciencia. Que nos amemos unos a otros de corazón puro, que tengamos un limpio entendimiento. Que seamos puros, así como Él es puro, por eso te dio al Espíritu Santo.

El creyente puede purificarse con la Palabra y la sabiduría de Dios. Podemos distinguirnos de los impuros, porque para los puros todas las cosas son puras, en tanto para los impuros, nada les es puro. 

La respuesta del pecador ante el llamado de Dios, debe ser limpiar sus manos y purificar sus corazones. Es necesario dejar las excusas atrás y empezar a pensar en Cristo, ante cada circunstancia, ante cada tentación, ante cada adversidad. Que tu mente sea transformada por la acción de su Palabra en ti.

No te apresures a imponerle las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.
1 Timoteo 5:22 NVI

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.
Hebreos 10:22 NVI

Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros.
1 Pedro 1:22 NVI

Todo el que tiene esta esperanza en Cristo se purifica a sí mismo, así como él es puro.
1 Juan 3:3 NVI

Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Santiago 3:17 RVR1960

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