Existen países ubicados en una posición estratégica para el trámite de droga, de ello resulta que muchos de los traficantes han sido aprehendidos y han purgado su pena en las penitenciarías de dichos lugares.
Una ancianita cristiana solía visitar una de esas prisiones y a veces asistía al juicio de los detenidos.
Cierto día, Paolo, un conocido traficante, fue condenado, había sido delatado por una cinta que revelaba su conversación con otro traficante; esta grabación se había hecho sin que él lo supiera.
Nuestra amiga lo visitó en su celda y le dijo que los jueces lo declararon culpable a causa de esa grabación;
"¿Sabe usted que toda su vida está siendo filmada y grabada por nuestro Dios mismo? Algún día le será presentada. Si el hombre dispone de medios técnicos, ¿Dios no tendrá los suyos?"
Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.
Apocalipsis 20:12 NTVPaolo se arrepintió y vio que todo lo que se estaba filmando de su vida era vergonzoso y triste, que no quería que nadie lo viera. Pero Dios cambió por completo todo, lo perdonó, escribió su nombre en el libro de la vida y desde ese momento comenzó a filmar con una nueva cinta la película de su vida.
¿Cómo esta nuestra película, estamos orgulloso de lo que se está filmando en ella?
Deja que Dios sea quien guíe la producción de tu película, sea cual sea el comienzo, solo Él puede borrar ese pasado y darte una nueva cinta para una nueva filmación.
Empieza hoy, para que cuando llegue el momento en que te la presenten, tú te sientas orgulloso(a) y, sobre todo Dios, de lo que se filmó y del protagonista.
Dios conoce todo lo que hace la gente, lo bueno y lo malo, hasta lo más secreto; y él será quien juzgue.
Eclesiastés 12:14 PDTPor: Telma Céspedes.
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Amor, Fuego y Poder
Spiritual¿Estás comenzando tu caminar con Cristo, y no sabes qué hacer? ¿Buscas un tiempo devocional o buscas que Dios te hable? Pues, ¡bienvenido! Llénate del amor, fuego y poder de Dios. Y permite que Él transforme tu vida a diario.