97. Sus sueños serán tus sueños.

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Marcos era el hijo de un humilde entrenador de caballos. Su padre ganaba muy poco dinero y solo podía cubrir las necesidades básicas para mantener a su familia y enviar al niño al colegio. En la escuela el profesor les pidió a sus alumnos que escribieran cómo querían que fuese su vida cuando fueran adultos.

Marcos escribió siete páginas, esa noche, en la que describía su meta. Relató su sueño con mucho cuidado, detallando los pormenores e incluso dibujó un plano de todo el proyecto. Él deseaba una gran extensión de terreno donde tener una vivienda, establos para los caballos, corrales para diversos tipos de animales y tierras dedicadas a la siembra y a la ganadería.

Después de trabajar en su tarea varias horas, con ánimo de ganador, se lo entregó a su profesor al día siguiente. Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo reprobado. Marcos, muy enojado, fue a ver a su profesor y antes de que éste dijera nada, le preguntó: ¿Por qué usted me reprobó? Respondiendo su profesor dijo: Creo que lo tuyo es un sueño imposible de concretar; no tienes recursos y tu familia es muy pobre para lograr lo que quieres, necesitarías mucho dinero. Es un proyecto millonario que no estás en condiciones de lograr. Quiero que revises tu trabajo y consideres algunos aspectos más realistas; tómate unos días, regresa con uno nuevo y reconsideraré tu nota.

Regresando a su casa pensó mucho tiempo en el asunto, consultó con su padre. Éste con mucha sabiduría, le respondió: Mira, hijo, tienes que decidir por ti mismo. Mi consejo es que consultes a Dios, si tu sueño está dentro de Su voluntad, nadie en este mundo va a impedir que se haga realidad lo que te has propuesto.

Marcos regresó a la escuela, con el mismo proyecto, se lo entregó al profesor y le dijo: “Usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño”.

Un sueño sumado a la voluntad de Dios, siempre es realizable, por más alocado que éste te parezca. Entrégale a Dios lo que tu corazón desea y que nada ni nadie impida que puedas creer que Él hará real cada sueño, Su voluntad es tan perfecta que tu sueño será perfeccionado y al final será Dios cumpliendo su sueño en ti.

Te animo a que hoy tomes esa decisión de luchar, perseverar por los sueños que Dios ha puesto en ti y Él se hará cargo del resto.

Recuerda que un sueño es difícil de concretar solo cuando muere el soñador, ¡así que vive por el sueño que Dios tiene para ti!

Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
1 Juan 5:14 RVR1960

Por: Telma Céspedes.

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