Serie: Habla sobre mí.
¿A quién no le gusta escuchar que le irá bien? Todos esperamos buenas noticias, que nos darán un ascenso, nos aumentarán el sueldo o las ganancias, que estamos sanos, que nuestro matrimonio es exitoso, que nuestros hijos son los mejores estudiantes, que nuestra casa no necesita reparaciones, que el auto funciona a la perfección y que no necesita ir al taller. No nos gusta recibir malas noticias, especialmente relacionadas al trabajo o negocio, a la familia, a las relaciones. Pero cuando leemos o escuchamos los noticieros, pareciera que se especializan en buscar las peores noticias para darlas a conocer: asaltos, muertes, inundaciones, tornados, destrucción, corrupción. A pesar de eso, todos en la vida aspiramos que nos vaya bien, especialmente en las cuatro áreas más importantes de la vida: espiritual, emocional, trabajo y salud.
Fuimos diseñados por Dios para relacionarnos; para ejercitarnos y también para trabajar. Vivimos llenos de ideas, que nos ayudan a seguir progresando, a encontrar soluciones a las dificultades, a ayudar a los necesitados, a amar a nuestros enemigos, a caminar la milla extra, pero sobre todo, para cumplir el propósito por el cual estamos en esta Tierra. Dios nos diseñó como seres sociales, por lo tanto, espera que nos relacionemos con los demás de manera adecuada, que no pensemos solo en nosotros mismos, sino en cómo podemos ser de bendición para los demás. Sin embargo, es necesario reconocer que necesitamos la bendición de Dios para que todo lo que realicemos crezca y dé muchos frutos.
La clave está en saber, que Dios siempre desea lo mejor para nosotros; en encomendarle nuestros planes a Él y reconocer que Él nos capacita para lograr lo que nos hemos propuesto alcanzar. En la Biblia encontramos a nuestro Padre Celestial, declarar que «los planes que tiene para nosotros son planes de bien y no de mal».
También Dios, a través de su Espíritu nos llena de «diseños creativos» para elaborar proyectos para su gloria, tal cual lo hizo con unos trabajadores, a quienes dio la habilidad y sabiduría para trabajar en oro, plata, bronce, piedras y madera, para hacer todo lo que Dios necesitaba para su tabernáculo, en los tiempos de Moisés. Las habilidades, talentos, dones, los da Dios y debemos aprender a usarlos para su gloria. ¡Dios desea y tiene lo mejor para ti!
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor —. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 NTVPon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor;
Salmos 37:5 TLASi el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
Salmo 127:1 NVIFuente: [YouVersion]
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Amor, Fuego y Poder
Spiritual¿Estás comenzando tu caminar con Cristo, y no sabes qué hacer? ¿Buscas un tiempo devocional o buscas que Dios te hable? Pues, ¡bienvenido! Llénate del amor, fuego y poder de Dios. Y permite que Él transforme tu vida a diario.