75. Críticos de profesión.

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¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo, cuando tú tienes un tronco en el tuyo? ¿Cómo puedes pensar en decirle a tu amigo: “Déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo?
Mateo 7:3‭-‬4 NTV

Muchos de nosotros solemos preocuparnos demasiado en ver los errores y las fallas de los demás, en vez de analizar primero nuestras palabras y conducta. Como dice el Salmo 119:105: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. La Palabra de Dios es tan cierta que nos confronta con nuestra propia realidad, puede compararse con un espejo, pues nos muestra como somos.

Es bueno que aprendamos a cerrar los ojos a los defectos y destaquemos las virtudes de los demás, que tratemos de obtener lo mejor de cada ser humano, pues todos tenemos valores y virtudes inexploradas.

Hoy es el mejor día para ponernos a cuentas con Dios y pedirle perdón por haber juzgado y haber ofendido a alguien con nuestras palabras. Pidámosle que nos enseñe cada día a ver a las demás personas con el mismo amor con el que Él nos ve, a tratarlas con más calma, serenidad y mansedumbre; que nuestros juicios no sean precipitados, que callemos cuando sea necesario y hablemos en el tiempo oportuno. Que en ningún momento nuestras palabras sean destructivas, sino constructivas. Si le pedimos a Dios que nos ayude a actuar de esa forma, veremos que los más beneficiados seremos nosotros mismos.

Miremos a las personas no como son hoy, sino como lo que pueden llegar a ser si nosotros sabemos animarlas y ayudarlas. Aprendamos a corregir sus defectos con amor.

Si otorgas un favor, no lo recuerdes. Si recibes un favor, no lo olvides.

Por: Brisna Bustamante S.

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