15. La motivación correcta huele bien.

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Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
S.Juan 12:1‭-‬3 RVR1960

El contexto de esta parte de la escritura nos explica que el lugar específico donde se encontraban en Betania, era en la casa de Simon El leproso (Marcos 14:3-9). Un hombre a quien Jesus le había liberado de una vergüenza increíble, y de su pecado (o el de sus padres), reflejado en una lepra, enfermedad que le hubiese llevado a la muerte. Simon se convierte en un seguidor de Jesus, con justa razón y ahora lo vemos preparando una cena para su maestro y atendiéndolo.

El otro personaje en esta parte de la escritura es Lázaro, quien también estaba allí sentado a la mesa cenando con Jesús. Lázaro por su parte tambien tenía razones para servir a Jesús. No hace mucho tiempo atrás, Lázaro había enfermado terriblemente y aquella enfermedad le causó la muerte. Sin embargo, Jesús al tercer día, le resucita y le da vida y esperanza a un hombre que no tenía ninguna esperanza.

Sin duda alguna, estos dos hombres tenían las motivos suficientes para seguir a Jesús y entregarse a su servicio, pero hay una mujer que no puede contar los testimonios de Simón y Lázaro, pero hace algo mucho mayor de lo que estos dos hicieron, lo cual nos hace preguntarnos qué la motivó a entregar semejante ofrenda a su maestro.

María no se sienta a comer con Jesús, ni se conforma con servirle y preguntarle si quiere más pan o si desea más agua, ella  se acerca con toda humildad y derrama lo más valioso que puede hasta ese momento. Un perfume de nardo puro que significaba el salario de todo un año. Ella lava los pies de Jesús (trabajo del sirviente de la casa). María se humilla ante Jesus y reconoce que no le importa hacerse vil por amor a Él. Esta mujer hace algo inusual, ella seca el perfume con su cabello (las mujeres respetables no soltaban su cabello en público), pero María tiene en poco lo que la sociedad pueda pensar y olvidándose de ella misma se concentra en Jesús y se entrega sin límites, sin vuelta atrás. Con este acto María pone su vida a los pies de Jesús, todo su pasado, presente y aun futuro, no deja nada para ella, lo entrega todo. Esta mujer fue la protagonista de uno de los actos que Jesús mas elogió en su caminar en esta tierra, todo porque su motivación era la correcta: Jesús mismo la movió a hacer todo esto.

Muchas veces seguimos a Jesús por los milagros que hemos visto o las bendiciones que hemos recibido, pero la motivación correcta es JESÚS. Si tenemos presente que el hijo de Dios, se hizo hombre, renunció a su trono, a su honor, a su gloria y vino a habitar entre los hombres por amor a nosotros, sólo eso debe movernos a servirle, a humillarnos y entregarnos completamente.

Mientras María lava los pies de Jesús, el cuarto se llena de un olor fragante, y así debe ser cada vez que nos acerquemos a Jesus, que nuestra motivación sea como olor fragante a aquel que lo dió todo por nosotros.

Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.  Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Ésta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
S. Marcos 14:3‭-‬9 RVR1960


Por: Dilean Canas

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