La vida de Pedro, había cambiado drásticamente, era un hábil pescador, pero sin embargo recibe un llamado mucho más grande. El desafío era convertirse en pescador de hombres. Por lo cual, tuvo el privilegio de ser formado directamente por Jesús, al igual que los otros discípulos, pudiendo ser testigo de los prodigios, señales y milagros que acontecía donde el Señor se presentaba. Pedro también tuvo revelación acerca de que Jesús era el hijo de Dios, el Cristo.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
S. Mateo 16:17 RVR1960Era un hombre dispuesto a sacar su espada y cortar una oreja, para defender a su maestro, pero también una persona que podía llenarse de dudas y temor.
Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
S. Mateo 26:34-35 RVR1960Y Pedro negó a Jesús, lo vio arrestado, azotado, crucificado y de lejos, vio la muerte de su maestro y además con la culpa interna de haberlo negado. El había participado de momentos gloriosos en el monte de la transfiguración, pagó los impuestos con una moneda de oro, que tenía el pez que acaba de pescar, fue testigo de tantos milagros, pero seguramente ahora su vida ya no tenía un mañana de esperanza. Por lo cual volvió a retomar lo que sabía hacer, pescar.
Qué pensaría Pedro, otra vez con las redes, con su barca, nuevamente un pescador, muerto Jesús, parecía que no quedaba nada más para su vida. Sin embargo un nuevo encuentro con Jesús permitió que ese corazón pudiera ser sanado remplazando una triple negación por una triple manifestación de amor.
Qué curioso, que en los momentos en que todo parecía perdido para él, algo grandioso estaba a punto de pasar.
Un tiempo después, el mismo Pedro, tenía unos discursos poderosos, con miles de convertidos en cada uno de ellos, no había más angustia, no más limitaciones, no más tristeza, había llegado el poder de Dios a su vida, nunca más sería igual. Llegó un momento donde simplemente su sombra sanaba a los enfermos.
Quizás te sientas como Pedro, en ese momento tan duro, atormentado por errores, pensando que las oportunidades te pasaron de largo o recordando las glorias pasadas, pero con un presente muy oscuro y sin esperanza. O tal vez sientes al igual que él, que le has fallado a Jesús, que lo has negado, que te has avergonzado de él, o simplemente que tomaste otro rumbo en tu vida, dejando de lado a Dios en tus decisiones. La buena noticia es que así como Jesús, una vez resucitado, buscó a Pedro para sanar su corazón y restaurarlo, lo mismo hará con tu vida. Jesús mismo viene a tu encuentro para darte una nueva oportunidad, corre a Él, al estar en su presencia tu vida nunca más será igual.
Por: Daniel Zangaro.
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Amor, Fuego y Poder
Spiritual¿Estás comenzando tu caminar con Cristo, y no sabes qué hacer? ¿Buscas un tiempo devocional o buscas que Dios te hable? Pues, ¡bienvenido! Llénate del amor, fuego y poder de Dios. Y permite que Él transforme tu vida a diario.