17. Volviendo a Su perfecta voluntad.

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Pero Jonás, en lugar de obedecer, trató de huir del Señor, y se fue al puerto de Jope, donde encontró un barco que estaba a punto de salir para Tarsis; entonces compró pasaje y se embarcó para ir allá.
Jonás 1:3 DHH

Jonás huyó de la voluntad de Dios, para encontrarse que era imposible hacer tal cosa. El profeta estaba convencido que podía burlar los planes perfectos de Dios, él pensó que ir en dirección opuesta le evitaría cumplir con lo establecido por el Todopoderoso. Lamentablemente, Jonás se encontró en el vientre de un pez gigante, y allí rodeado de algas y sin esperanza, Jonás entiende que el ir en contra de los designios de Dios traía terribles consecuencias.

Al igual que Jonás muchos de nosotros un día hemos ido en contra de la voluntad de Jehová Dios. En incontables oportunidades pensamos que nuestras opciones son mejores y seguimos nuestra propia agenda. Los mandamientos de Dios no son siempre llamativos y por lo tanto imponemos nuestras reglas o seguimos lo que nos dicte el corazón, y ni hablar de quienes sencillamente han conocido a Dios pero han decidido pretender que no le conocen.

Como en la vida de Jonás, nosotros también nos encontraremos con lo inafectivo que resulta alejarnos de Dios, los resultados siempre serán los mismo y las decepciones similares.

Lo impresionante de la historia de Jonás y de la nuestra es que no importa lo mucho que nos hayamos alejado o la cantidad de errores que en nuestra huida hayamos cometido, en el mismo momento en que reconozcamos nuestro error, Dios estará dispuesto a cambiar nuestra historia y, por ende, nuestro futuro.

Nada impidió que Dios cumpliera su propósito en la vida de Jonás, y nada va a impedir que Dios cumpla el propósito en tu vida.

Jehová es experto en obrar a pesar de nosotros mismos y lo hará las veces que sea necesario.

Si te has alejado de Dios, sea un poco o demasiado, sólo ten presente que no hay lugar al que puedas huir de Su presencia y que Él hará todo lo necesario para que vuelvas tus ojos al cielo, regreses al buen camino y experimentes el amor y el perdón inmerecido de Dios hacia ti.

Hoy es el día para volver a Jehová, mañana puede ser tarde.

¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiría, lejos de tu presencia? Si yo subiera a las alturas de los cielos, allí estás tú; y si bajara a las profundidades de la tierra, también estás allí; si levantara el vuelo hacia el oriente, o habitara en los límites del mar occidental, aun allí me alcanzaría tu mano; ¡tu mano derecha no me soltaría! Si pensara esconderme en la oscuridad, o que se convirtiera en noche la luz que me rodea, la oscuridad no me ocultaría de ti, y la noche sería tan brillante como el día. ¡La oscuridad y la luz son lo mismo para ti! Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido! No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto, mientras era formado en lo más profundo de la tierra. Tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo eso estaba escrito en tu libro. Habías señalado los días de mi vida cuando aún no existía ninguno de ellos.
Salmos 139:7‭-‬16 DHH

Por: Dilean Canas.

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