Cuando nos vemos en la necesidad de levantar un objeto muy pesado, suele pasar que nos resulta imposible hacerlo si lo queremos hacer solos, rápidamente nos damos cuenta que necesitamos una ayuda que nos permita levantar el objeto y así trasladarlo al lugar que queremos.
Se hace necesario más de una fuerza asociada para lograr el fin. De igual manera pasa en una fábrica, no funciona con un solo empleado sino con un conjunto de ellos, que día a día trabajan de manera coordinada para lograr el producto final.
También nos pasa en nuestra vida, Dios nos ha dado la dicha de contar con amigos o personas allegadas que han sido y son de gran ayuda para superar nuestros conflictos y problemas.
Sin embargo no siempre nos sentimos de esa manera y hasta podemos decir: Yo no tengo a nadie y ni quiero, porque los que tuve me han decepcionado, abusado de mi confianza y me dieron la espalda, justamente cuando más los necesitaba. Lamentablemente en algunos casos esto es cierto, pero la palabra de Dios nos dice: “No hay justo ni aun uno” Romanos 3:10, nos confronta porque nosotros también hemos fallado alguna vez. Por lo cual si te han defraudado, que ésta no sea la causa, para pensar que no le importas a nadie o que no necesitas de la ayuda de otra persona.
El dicho popular declara: "Mejor solo, que mal acompañado", sin embargo ¿qué dice la Biblia? En Eclesiastés 4:9-10 NTV dice: “Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas” estas palabras nos animan a pensar que efectivamente necesitamos de la ayuda de otros y también a ser de apoyo para los demás. Jesús es un ejemplo vivo de amistad productiva. La Biblia relata cómo brindó ayuda a las personas que tuvieron un encuentro con él, una transformación sucedía en cada vida, como el ladrón que se hallaba a su lado en la cruz, casi sin aliento, pero por su gran misericordia lo llevó a experimentar la salvación.
Seguramente tú y yo podemos ser esa mano que se extiende para levantar al caído, esa voz que transmite palabras de vida al que no tiene esperanza. La dirección al que está desorientado, palabras y hechos que aporten madurez integral a nuestro prójimo, como Jesús mismo dijo “Hay más bendición en dar que en recibir” Hechos 20:35
Tal vez te sientas solo, y con fuerzas insuficientes para levantar un pesado problema que te agobia, quizás te sientas agotado, de haber tratado de diferentes maneras, pero recuerda dos cosas: No estás solo, tu familia de la fe, está contigo dispuesta a compartir tu carga y principalmente, Jesús sigue con su mano extendida, diciéndote:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
S. Mateo 11:28-30 RVR1960Por: Soraida Fuentes.
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Amor, Fuego y Poder
Spiritual¿Estás comenzando tu caminar con Cristo, y no sabes qué hacer? ¿Buscas un tiempo devocional o buscas que Dios te hable? Pues, ¡bienvenido! Llénate del amor, fuego y poder de Dios. Y permite que Él transforme tu vida a diario.